El plan de ajustes aleja a Soumaré

Y es que la aportación de Soumaré al esquema sevillista es más que valiosa para su técnico. No es un mediocentro defensivo al uso, aunque ejerce esa función perfectamente y entiende cómo cohesionar al equipo. También ofrece rendimiento ubicado en un doble pivote, como se pudo comprobar en el partido de Vallecas ante el Rayo en el que formó pareja con Agoumé para armar un Sevilla sólido y efectivo que terminó sumando tres puntos importantísimos en el momento más peliagudo de la temporada (1-2). Luego, con la lesión del jugador cedido por el Inter, Soumaré ha sabido asimilar ese rol de ancla de manera individual, con rendimiento y sin que el equipo se vea resentido. Se siente cómodo igualmente con el actual dibujo, escoltado por dos interiores enérgicos, de mucho recorrido, como lo son Óliver Torres y Djibril Sow. La sanción del segundo obligará a Quique a buscar nuevas soluciones ante la Real Sociedad mañana y ahí es donde aparece como opción el nombre de otro de los fichajes, Hannibal Mejbri. Sea como fuere, el eje del juego, aunque cambien los matices, siempre es el mismo para el entrenador: Boubakary Soumaré. Su polivalencia y adaptación no sólo contribuyen al equilibrio defensivo del equipo, sino que, por sus características, también abre espacios arriba y participa en las transiciones ofensivas.

A día de hoy existen pocas dudas de que se trata del mejor fichaje de Víctor Orta junto al portero Orjan Nyland. La renovación del guardameta noruego, que tiene firmado hasta 2025, ya se tramita en Nervión y no habrá problemas para sellar el acuerdo. Sin embargo, el futuro de Soumaré es mucho más complejo. Los parámetros económicos de contención del gasto hacia los que camina este Sevilla FC dificultan enormemente su continuidad el curso que viene. El jugador está cedido hasta junio por el Leicester, líder de la Championship inglesa y gran favorito para conseguir el ascenso a la Premier League bajo la batuta de uno de los entrenadores de moda, el exsevillista Enzo Maresca. Soumaré, que tiene contrato con los 'Foxes' hasta 2026, se siente a gusto en Sevilla y estaría encantado de continuar, aunque tampoco pondría excesivas trabas a la hora de reincorporarse a un Leicester de vuelta a la Premier y tras su positiva experiencia en Nervión. Soumaré, a estas alturas, no quiere descartar ninguna posibilidad.

Y es que el Sevilla FC lo tiene muy complicado para amarrar al centrocampista. El plan de ajustes que ya acomete la entidad de Nervión hace inviable el pago de los 15 millones de euros en los que está fijada la opción de compra de Soumaré en junio. Basta con ver el perfil de las incorporaciones realizadas por el club en invierno (cesiones y apuestas por jugadores jóvenes) para hacerse una idea de la política de fichajes que se implanta en Nervión para los próximos mercados. Sólo la prematura eliminación de las competiciones europeas esta temporada supondrá una merma de 25-30 millones para las arcas de la entidad. El club anda inmerso en ingeniar ingresos alternativos y diferentes ajustes para evitar un nuevo ejercicio con pérdidas (van tres seguidos con un déficit de 85 millones de euros).

Uno de esos ajustes clave es el gasto en plantilla. El Sevilla ha bajado su tope salarial en LaLiga de 199 millones de euros a 152 millones en el último año y medio. Se trata de un fuerte recorte de 47 millones. Pero la reducción programada por la institución de Nervión va a más. De cara a la próxima temporada, la previsión es colocar el coste total de la primera plantilla en unos 100 millones de euros, que sería justo la mitad que dos años atrás. En ese marco, se hace imposible la inversión de 15 'kilos' por un futbolista como Soumaré, por mucho que encaje deportivamente. El Sevilla tendría que renegociar las cantidades pactadas en la opción de compra con el Leicester y obtener una rebaja muy sustancial que a día de hoy no contemplan los ingleses (pagaron 20 millones al Lille en 2021 por su traspaso). Además, el jugador también tendría que poner mucho de su parte, ya que actualmente percibe un salario 'Premier' que ronda los cinco millones brutos al año, cantidad inasumible por el Sevilla actual y del futuro inmediato.