Nyland echa el candado y salva un punto en Mestalla (0-0)

Los primeros minutos estuvieron marcados por un Valencia muy vertical y ofensivo, que buscaba el error defensivo del rival en pocos pases. No obstante, este Sevilla FC no es el mismo de hace unos meses, y mostró una solidez defensiva que, acompañada de un portero como Nyland, supo aguantar el tipo. La intensidad de los de Baraja era muy alta, cabalgaban sobre el terreno de juego buscando la portería defendida por el noruego con gran aceleración. Un par de acciones de Canós intentaron sorprender al guardameta, pero el cuadro hispalense supo aguantar el tirón.

Hasta que no se cumplieron los diez primeros minutos de partido no se logró ver una llegada clara del Sevilla FC. Fue Acuña, en una gran jugada individual, el que se deshizo de todos sus rivales y le puso el balón a En-Nesyri que no fue capaz de rematar. Una acción que activó al grupo dirigido por Quique Sánchez Flores, que fue recuperando el control del duelo y acomodándose sobre el tapete de Mestalla. El sometimiento del Valencia mermó, el conjunto che intentaba encontrar espacios con el balón en los pies, pero el Sevilla seguía muy serio en materia defensiva. Un gran paso adelante para seguir construyendo lo que resta de temporada.

Rozando los veinte minutos, llegó un mano salvadora de Nyland, que despejó la oportunidad más clara de los locales hasta el momento, el balón terminó en los pies de Isaac que, en un derroche de potencia, se plantó casi enfrente de Mamardashvili, pero terminó buscando a En-Nesyri, que tampoco llegó. El Sevilla FC se mostró especialmente espeso en la creación ofensiva, echó de menos el desborde de Ocampos y el marroquí tampoco mostró su mejor versión.

Pasada la media hora del duelo, el cuadro blanquirrojo intensificó sus acciones ofensivas, merodeando con más asiduidad la portería rival. La acción más clara fue un tiro de Soumaré, que captó En-Nesyri y que Mamardashvili detuvo en dos tiempos. Seguía atorándose el Sevilla en la creación, muchos balones en largo con la esperanza de que lo engacharan Isaac o En-Nesyri, pero pocas ocasiones reales de gol. Los últimos minutos antes de llegar al intermedio estuvieron marcados por el descontrol. Los valencianistas buscaban a destajo una grieta por la que entrar, pero el Sevilla se mantuvo compacto y los de Baraja tenían que echar el balón hacia atrás y volver a empezar. El descanso llegó y las tablas seguían en el marcador, buena noticia para los sevillanos.

Así lo demostraron los locales, que saltaron en la segunda mitad con la misma intensidad que habían arrancado el duelo. Un remate de cabeza de Hugo Duro dio el primer aviso serio a los hombres de Quique, que si se despistaban se metían en un lío. Pedrosa entró por Acuña en el descanso, se ve que al técnico sevillista no le convenció el argentino como alternativa a la ausencia de Ocampos y colocó al catalán. El Sevilla FC siguió mostrándose muy impreciso, con dificultad a la hora de conectar con sus jugadores de delante.

Quique movió piezas, quitando a un irrelevante Sow de la medular e insertando a Suso, con la idea de dotar de recursos ofensivos al equipo. Sin embargo, el Sevilla no terminaba de dar con la tecla y tampoco tuvo la tranquilidad suficiente para hacer probaturas ante un rival muy enchufado, que no cesó de apretar hasta el pitido final. Conforme avanzaba el crono, el conjunto hispalense se fue encerrando atrás, claudicando en sus intentos por marcar y conformándose con el 0-0. Una decisión muy arriesgada. Menos mal que Nyland volvió a erigirse como el salvador de su equipo con sus intervenciones. El meta echó el candado a la portería y por mucho que lo intentaron Duro o Peter González, no pudieron mover el marcador. La nota positiva en el Sevilla en esta segunda mitad fue el debut de Véliz, que sustituyó en los últimos minutos a Isaac y que tuvo un remate muy peligroso al minuto de entrar en el césped, pero la jugada fue invalidada por fuera de juego. Siguió buscando el Valencia la portería de Nyland, pero el noruego no cedió en ningún momento y se convirtió en el principal responsable de que su equipo no se volviera de vacío. Cuatro partidos sin perder y ocho puntos de doce, un panorama más halagüeño, aunque ahora lo que viene es la visita al Santiago Bernabéu.