Consciente de la delicada situación que se venía encima, el Sevilla fue progresivamente bajando su gasto en salarios. La idea de este verano era el de dejarlo por debajo de los 100 millones de euros, pero algunas operaciones frustradas han imposibilitado llegar al objetivo. Ahora, la masa salarial de los nervionenses es de 110 millones de euros, es decir, se ha reducido un tercio respecto al año pasado. No obstante, LaLiga sólo le permite invertir en la plantilla un total de 2,5 millones de euros. Una cifra que es fruto del cálculo de los ingresos (entre los que se encuentran las ventas de taquilla, ingresos televisivos, ventas y patrocinadores), los gastos estructurales (no incluye salarios de jugadores) y las pérdidas de temporadas anteriores. O lo que es lo mismo, es la resta de los 107,5 millones que le faltan para entrar en la famosa regla 1/1 y los 110 que gasta en sueldos del primer equipo.
El deterioro económico del Sevilla ha quedado en evidencia con esta nueva cifra, puesto que está a 107 millones de euros de estar en la norma del 1/1. Esto quiere decir que el Sevilla FC no puede reinvertir cada euro ingresado por venta. Por tanto, si la venta de Lucas Ocampos se cerró en algo más de siete millones de euros, la dirección deportiva sólo puede reinvertir un euro por cada cuatro que haya ingresado.
Sin ingresos europeos
El Sevilla FC acumula tres mercados de fichajes con problemas para ajustarse al límite salarial, pero esta temporada ya ha sido del todo crítica al no jugar la Champions League. Y es que sólo por estar en la fase de grupos, el Sevilla ingresaba unos 70 millones de euros. Esto, sumado al desorbitado gasto que el club ha tenido estas últimas dos temporadas en salarios de jugadores ha hecho mella en la situación financiera del club. Cabe recordar que, desde la crisis del Covid-19, la entidad nervionense ha ido cerrando con pérdidas todos sus ejercicios.
En concreto, los sevillistas llevan tres temporadas acumulando deudas y cuenta con una roncha que rondaba a principios de año los 90 millones de euros. A pocos meses de cerrar el año, se prevé que el Sevilla vuelva a registrar pérdidas. Según informó el club, la pandemia tuvo un impacto negativo en las cuentas de la entidad de 75 millones de euros a lo largo de varios ejercicios, datos basados en la firma de auditoría EY.
El pasado mes de marzo, el club anunció el cierre de un préstamo de 108 millones de euros. Una financiación a largo plazo, diez años, que complementa a las líneas financieras a corto plazo de las que ya disponía y que se mantienen, en una operación que, según el Sevilla, permite que la entidad no tenga que acudir a ampliaciones de capital ni a lo que en el sector se denominan «palancas».
En definitiva, para que el Sevilla recupere la ratio de 1:1, tendría que seguir trabajando en aligerar el coste de su plantilla y/o aumentar sus ingresos (conseguir un patrocinador, por ejemplo). Ante esta situación, los blanquirrojos se enfrentan a una época de extrema austeridad.
Futuros fichajes
A pesar de esta situación, el Sevilla sí podría acudir al mercado de invierno para reforzarse. Eso sí, con restricciones, puesto que los clubes excedidos solo podrán utilizar el 60 por ciento del salario ahorrado y un 20 por ciento de la plusvalía generada. Fuentes de la entidad sevillista aseguran a este medio que se cuenta con margen para inscribir gracias a la venta de Lucas Ocampos.
Si bien, el panorama ideal para el club hispalense sería el de no gastar ni un euro más en enero. Algo que podrá o no ser viable en función del rendimiento deportivo que ofrezca la plantilla y el técnico García Pimienta en estos meses.
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