«Me sentí incomprendido. Tras ocho jornadas y jugamos las tres primeras jornadas con un montón de gente que tenía que salir y nos costó mucho hacer equipo. En realidad habíamos jugado cinco partidos desde el 1 de septiembre que no fueron tan malos. Sentí un poco que no confiaron en mí», comenzaba recordando el de Zaldívar. «También es verdad que el Sevilla y la dirección deportiva anterior fueron los que me llamaron y los que hicieron que yo pudiera ganar mi primer trofeo europeo. Después hubo un cambio en la dirección deportiva y ese cambio no fue bueno para mí. No me entendió demasiado bien ni quiso esperar a que pudieran ir mejor las cosas. Ni se acordaron lo que habíamos hecho los tres meses anteriores», rememora.
«Cuando llegamos allí estaban cuartos por la cola», comentaba también antes de resaltar que el equipo se salvó con holgura y pudo afrontar con más confianza los partidos decisivos en la Europa League.
No guarda buen recuerdo de Víctor Orta el entrenador de Olympiacos que si se lo encontrara por la calle señaló que lo saludaría aunque «no le voy a decir nada, se hizo lo que se hizo y punto». «Sabemos los entrenadores que nunca se sabe cuándo se va a salir. No es fácil cumplir los contratos». Al ser preguntado sobre los técnicos que llegaron tras él y que ninguno de ellos (Diego Alonso y Quique Sánchez Flores) siguen, Mendilibar tiró de ironía: «Parece que no vale nadie. Sigue el mismo director deportivo, ¿no? Pues es el que vale».
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