La madeja accionarial que enreda al Sevilla FC
No se contempla la salida del presidente, José María del Nido Carrasco porque antes habría que deshacer un pacto de pleitos cruzados
El Sevilla está a la espera de la posible sanción económica a Kike Salas, con incertidumbre en cuanto a la deportiva

El aficionado del Sevilla FC se pregunta estos días con más enfado si cabe, toda vez que la subsistencia deportiva de su equipo no peligra tras arañar una salvación matemática con mucho sufrimiento, qué está pasando en las entrañas de su club para que ... nada se mueva. Para que los mismos que han pilotado la nave hacia este desastre deportivo y económico, a la que se le suma una fractura social nunca vista por el Sánchez-Pizjuán, sigan a los mandos como si tal cosa. Sin tomar las decisiones de calado que necesita el club y el propio equipo. Esto no quiere decir que no se vayan a depurar responsabilidades en materia deportiva y que el consejo de administración no coja esta parcela por la solapa para darle el aire que algunos argumentas y no todos comparten. La última decisión la tomarán los consejeros delegados, José María del Nido Carrasco y José Castro Carmona, los dos garantes del pacto de gobernabilidad.
Y es que este acuerdo firmado en 2019, después de que unos meses antes el club estuviese cerca de abandonar las manos de las familias sevillistas, ya con el lobo americano dentro de la estructura accionarial sevillista, en esa desaforada compra de títulos por los propios accionistas principales, sigue vigente a todos los efectos. Finaliza en 2027 y es ampliable. Sobre ese pacto se han basado todas las reclamaciones de José María del Nido Benavente para intentar que no tuviese validez en las sucesivas juntas de accionistas, sin éxito a la vista en la petición de medidas cautelares cuando no le han dado la razón y también cuando se la han deslizado, haciendo valer la mesa lo escriturado en dicho pacto, que es ir de la mano en todas las votaciones que tiene que ver con el nombramiento o cese de consejeros.
En el denominado por los accionistas minoritarios como pacto por la pasta, puesto desde el mismo también los consejeros delegados, en las funciones de presidente y vicepresidente reciben unos sueldos astronómicos, se dejaba claro desde el inicio que el grupo de Utrera y la familia Del Nido se iban a repartir el poder todo el tiempo que estuviese en vigor, en principio, ocho años. Este acuerdo lo firmaron Sevillistas de Nervión (familias Castro, Guijarro y Alés) y la familia Del Nido, más parte del apoyo que va con él en las juntas, alcanzando una sima ligeramente superior al 52% del mapa accionarial nervionense, es decir, el máximo poder en la sociedad. ¿Qué sucedió? Que una de las partes quiso romper o boicotear el pacto casi desde su nacimiento y su valedor o firmante en el mismo, su hijo José María del Nido Carrasco, terminó por asumir el papel protagonista y no cederle su lugar a su padre, representando el paquete accionarial familiar en contra de los propios intereses de su padre y sus hermanos.

:: El reparto accionarial del Sevilla F. C.
Antonio Lappi
2%
Accionistas
Unidos:
3%
Federación
de Peñas
1%
Del Nido
Benavente
25%
Los Americanos
14%
Familia
Carrión
15%
Socios Del Nido
13%
Sevillistas
de Nervión
19%
ABC DE SEVILLA

:: El reparto accionarial del Sevilla F. C.
Antonio Lappi
2%
Accionistas
Unidos:
3%
Federación
de Peñas
1%
Del Nido
Benavente
25%
Los Americanos
14%
Familia
Carrión
15%
Socios Del Nido
13%
Sevillistas
de Nervión
19%
ABC DE SEVILLA
Tras la presidencia de José Castro, tocó iniciar en enero de 2024 la de José María del Nido Carrasco, quien fue legitimado en la última junta extraordinaria de accionistas sin necesitar si quiera el apoyo de las acciones familiares, ya que con la familia Carrión y los conocidos Americanos de su parte no tiene rival en la actualidad. De todos modos la situación del Sevilla es más compleja de lo que parece. Una madeja enredada y que los juicios abiertos entre unos y otros tienen bloqueada, por no decir secuestrada, a una entidad que no encuentra una salida negociada al desastre actual, tanto en su gestión como en esa parte social donde nadie quiere verse en medio de un tormenta incontrolable.
La presidencia
Del Nido Carrasco estaría en su derecho de dimitir si personalmente no aguantase a la presión que está siendo sometido de todos los frentes. Primero, no ha sido educado para echarse atrás cuando las situaciones le dan la espalda, por lo que ni siquiera se ,o ha planteado. Pero hay más. De decidir que por un asunto de necesidad familiar o personal no quisiera continuar como presidente del Sevilla y desalojase su despecho, quien debría ocuparlo por dicho acuerdo de 2019 sería su propio padre, José María del Nido Benavente. Por esto mismo, los socios actuales del presidente del club de Nervión ven inviable e imposible que pueda dar un paso al lado. No se lo van a permitir. No pueden.

:: El reparto accionarial del Sevilla F. C.
Antonio Lappi
2%
Accionistas
Unidos:
3%
Federación
de Peñas
1%
Del Nido
Benavente
25%
Los Americanos
14%
Familia
Carrión
15%
Socios Del Nido
13%
Sevillistas
de Nervión
19%
ABC DE SEVILLA

:: El reparto accionarial del Sevilla F. C.
Antonio Lappi
2%
Accionistas
Unidos:
3%
Federación
de Peñas
1%
Del Nido
Benavente
25%
Los Americanos
14%
Familia
Carrión
15%
Socios Del Nido
13%
Sevillistas
de Nervión
19%
ABC DE SEVILLA
Y es que no sólo está en juego el gobierno de una entidad que todos sienten como propia, ya que son sevillistas de cuna, sino que hay muchísimo dinero en juego en demandas cruzadas entre todas las partes. Del grupo de Utrera contra Del Nido Benavente, y viceversa; de Del Nido Benavente contra los conocidos Americano, y viceversa; entre el propio Del Nido Carrasco y su padre... Todas las partes están metidas hasta el cuello en entramados judiciales con demasiado en juego, por tanto, la ruptura del pacto es imposible, ya que sólo se podría ejecutar si todos los firmantes deseasen finalizarlo con antelación. Poner de acuerdo a personas enfrentadas, quienes incluso preferirían perder dinero en una supuesta venta antes de dar su brazo a torcer contra un enemigo declarado. El Sevilla está tan secuestrado que ni siquiera la aparición de una tercera vía, conocida en la ciudad, sería capaz de solucionar el entramado de demandas desatado.
La tercera vía
Es conocido en Sevilla que hay un grupo de empresarios (Antonio Lappí y Fede Quintero) que están moviendo el avispero para encontrar la solución al Sevilla y dominar el mapa accionarial, con ayuda de financiación mediante fondos de inversión, pero llevando ellos el peso de la gestión del Sevilla. ¿Cuál es el problema? El precio. La diferencia entre el precio y el valor, es decir, entre lo que piden los vendedores y lo que ofrecerían los compradores, puesto que el valor del Sevilla ha caído en picado en los últimos años por la deuda galopante de la entidad y los compromisos de pago adquiridos para devolver los prestamos adquiridos.
Los firmantes del pacto también incluyeron posibles cláusulas de ventas, así como otras millonarias de penalización por venta de acciones sin consultar al resto, como las que se apuntan que ha soltado Del Nido Benavente en favor de los Americanos, con un coste de sanción de 30 millones. En cuanto a la venta global, en el pacto de gobernabilidad existe un derecho de arrastre para que todos estén obligados a vender ese 52% (si se mantiene tras los últimos movimientos) en 4.000 euros la acción, cuando el valor estimado de la acción del Sevilla en estos momentos, con la carga que tiene la sociedad en su pasivo, es menos de la mitad. La tercera vía sabe que su esfuerzo está más enfocado al convencimiento de los vendedores de la necesidad de salir del club cuanto antes mejor, antes de que la ruina atrape al club, mientras el primer equipo sigue ofreciendo una sensación de caída inevitable. El Sevilla FC está atrapado. Sin salida.
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