Isaac activa el 'Nunca se rinde' (1-3)

El Sevilla amagó con volver a meter la pata. Se adelantó en el marcador muy pronto y se arrugó cuando el Getafe puso toda la carne en el asador para empatar el duelo. Ramos, autor del primer tanto, propició que Mata igualara el partido y el equipo empezó a temblar. No obstante, el descanso llegó sin que los de Bordalás consiguieran aprovechar mejor las imprecisiones defensivas visitantes y ponerse por delante. Eso les condenó. Se ve que aún queda en el ADN sevillista algo de sangre competitiva, al menos, en este tipo de torneos en los que es a todo o nada.

Los de Quique saltaron al césped en la segunda mitad con la clara intención de cerrar la eliminatoria pronto. Un doblete de Isaac Romero, con la inestimable ayuda de Ocampos, volvió a meter al Sevilla en el partido y ya nada los pudo sacar. Cuartos de final y una victoria sanadora que puede hacer mucho bien en la moral de un equipo escaso de alegrías.

El partido arrancó con un Sevilla bien plantado sobre el césped del Coliseum. Regresó a la fórmula de la defensa de cinco tras el batacazo ante el Alavés en liga. La debilidad defensiva condenó a los de Quique, sobre todo a balón parado, y el técnico recurrió de nuevo a la fórmula de los tres centrales para apuntalar el muro defensivo ante el Getafe. El duelo arrancó sin tener un dominador claro, las idas y venidas del balón marcaron los primeros minutos. Pronto declaró sus intenciones Ramos, que protagonizó la primera llegada de peligro de los suyos con un cabezazo al que le faltó potencia para sorprender a David Soria. No obstante, el capitán no volvió a pecar de falta de fuerza a la hora de rematar en el área pequeña un gran saque de esquina de Suso. El de Camas adelantó a su equipo en el minuto 8 y, a partir de ahí, fue cuando el partido empezó de verdad.

El Getafe no perdió ni un segundo y comenzó a trabajar el empate. La primera seria de los azulones llegó desde un tiro de falta de Greenwood que intentó sorprender a Alberto Flores, titular después de que unas molestias dejaran fuera a Dmitrovic. La presión del Getafe fue ‘in crescendo’ y la defensa sevillista tuvo que emplearse a fondo para salvaguardar el resultado. No en vano, este Sevilla no está acostumbrado a adelantarse en el marcador, y las veces que lo ha conseguido no le ha durado. En esta ocasión, la superioridad sólo perduró un cuarto de hora. Otro gravísimo error defensivo de Ramos propició que Mata consiguiera igualar el encuentro en el 23. El camero intentó despejar un balón hacia atrás sin darse cuenta de que Mata le había ganado la espalda a Juanlu, que controló el balón y, de vaselina, superó a Alberto Flores. Las riendas del encuentro las cogió el Getafe con un Greenwood rabioso, que a duras penas el Sevilla podía controlar. Los de Quique mostraron muchos problemas para hacerse con las segundas jugadas y el descanso llegó cuando más lo necesitaban.

En la reanudación, Navas sustituyó a Juanlu. El canterano fue la pieza más débil de los hispalenses durante la primera parte. El descanso le cambió la cara al Sevilla. Saltó metido en el duelo y, a los dos minutos, se adelantó una vez más en el marcador. Un balón largo de Nianzou, capturado por Ocampos, que levantó la cabeza y vio cómo Isaac se desmarcaba, le ofreció un caramelo que el delantero supo aprovechar. El primer gol del canterano, que aún tenía algo más que decir.

El Sevilla tomó el poder y comenzó a dominar el juego, cuanto más lejos el balón de la portería propia, mejor. Los de Quique aprovecharon la adrenalina para cocinar otra jugada exitosa y aumentar la distancia en el marcador. En el 54, Ocampos se adentró por la izquierda y abrió en profundidad para la llegada de Sow, que pisó área y se la cedió a Isaac para que marcase a placer y firmara su primer doblete con la elástica sevillista. Un mazazo para el cuadro dirigido por Bordalás, que tenía muchos problemas para circular. El técnico azulón movió piezas ante la incapacidad de su equipo para hacerse con el dominio del balón. Los cambios le cambiaron algo la cara a los locales que, aunque más discretos que durante la primera mitad, empezaron a tener un mayor control del juego. Eso sí, los sevillistas lograron contener a Greenwood, que causó menos estragos en el área de Alberto Flores. El portero firmó un partido con imprecisiones, pero estuvo muy arropado por sus compañeros. Quique también hizo debutar a Agoumé y tocó algunas teclas para mantener la intensidad hasta el final y tener controlada la eliminatoria. El equipo se mostró hasta los últimos minutos del duelo más compacto y, de nuevo, mirando cara a cara a su rival. El Sevilla se encerró atrás para proteger el valioso resultado e intentó aprovechar algún contragolpe, pero el marcador no se movería más en el Coliseum. Así, el conjunto hispalense logra meterse en los cuartos de final de la Copa del Rey y el todo el sevillismo deposita sus esperanzas en que este hito logre reenganchar a su equipo también en LaLiga.