La historia de la mascota del Sevilla: de Kinké a Locco y un intento fallido en 2019

El primer intento de tener mascota por parte del Sevilla llegó a finales de los 90, cuando este tipo de personajes se pusieron de moda después de que Cobi y Curro se convirtieran en dos iconos de la cultura popular tras los Juegos Olímpicos de Barcelona y la Expo de Sevilla en 1992.

El club de Nervión, que iba encadenando situaciones controvertidas, probó fortuna en 1996 con Kinké dentro de un programa de modernización de la entidad. Su lanzamiento fue anunciado por González de Caldas como publicó ABC de Sevilla en su edición del 19 de julio de 1996 junto a la noticia del fichaje del argentino Gabriel Colusso. Ninguno de los tres protagonistas de la historia tuvo fortuna en Nervión.

El personaje era un futbolista de época con balón de cuero y bandera que debía su nombre a Juan Armet 'Kinké', uno de los pioneros entre las leyendas sevillistas con el que el club cosechó los primeros grandes éxitos de su historia entre 1917 y 1927. La mascota sólo se pudo ver en algunos calendarios publicitarios, pero no llegó a aparecer nunca de forma física en el estadio.

La entidad tuvo que esperar 18 años más para volver a tener mascota. 'Locco' se hizo presente en la vida de los sevillistas en 2005 como mascota del Centenario. El club realizó una ambiciosa apuesta por este personaje de color rojo representaba a un corazón que tenía la forma del escudo sevillista.

La mascota llegó a tener hasta una canción propia. «Soy el corazón del Sevilla, soy el corazón de Nervión. Locco, Locco, llámame Locco, blanco y rojo es mi color», rezaba la divertida sintonía.

Fue presentada en junio de 2005 en un partido amistoso entre el Sevilla y la Selección Andaluza de Fútbol y aterrizó en el estadio sevillista en helicóptero. Desde entonces, Locco apareció en buena parte de los actos del Centenario y, por supuesto, en los días de partido.

El club lanzó peluches y líneas de ropa especiales que tuvieron una aceptable acogida entre los más pequeños. El personaje se convirtió en un habitual de las previas y los descansos en el Sánchez-Pizjuán pero acabó desapareciendo tras los actos de celebación de los 100 años del club.

Década y media más tarde, en 2019 el Sevilla volvió a intentar tener una mascota y quiso hacerlo con el respaldo de la afición. El club lanzó a través de sus redes sociales y su web oficial un concurso público para recibir propuestas para tener una nueva mascota. Una iniciativa que no gozó desde su génesis con mucho apoyo popular.

La entidad cerró el concurso en agosto y a finales del mismo mes lanzó una encuesta para elegir al nuevo personaje que debía convertirse en un nuevo emblema del club de entre 28 de las opciones presentadas. Giraldas y giraldillos con distintos nombres, leones, dragones, caballeros, gorilas, águilas y otros pájaros, perro, toros y hasta dos elfos fueron algunos de los diseños que salieron a la luz pública.

Sin embargo, el intento no salió adelante, los resultados de la encuesta no llegaron a publicarse, el club no llegó a presentar qué boceto había resultado ganador y y nunca más se supo. La tercera mascota de la historia del Sevilla tendrá que esperar.