Los fichajes de invierno del Sevilla FC dicen adiós en abril

Contando a los jugadores con ficha del filial, como Idumbo o Juanlu, más jugadores a los que el entrenador ha dejado arrinconados, como Marcao o Suso, el Sevilla cuenta ahora con 16 fichas de hombres de campo, ya que tiene en la enfermería de manera indefinida a Nianzou, Vargas y Akor Adams. Todavía restan ocho jornadas para cerrar la Liga y el Sevilla no tiene ni mucho menos atado su objetivo de la permanencia, por lo que el entrenador deberá resolver las incógnitas de su equipo con lo que tiene. Sin más cera que la que arde, con posiciones sin recambio y un filial que ya ha aportado durante el curso todas las herramientas de las que disponía.

En la planta noble del Sevilla, además, están escandalizados por lo sucedido. La temporada está siendo una sucesión de desgracias en el apartado físico, siendo el curso donde menos partidos ha jugado el equipo desde hacía muchísimo tiempo. Sin Europa y con sólo tres rondas en la Copa del Rey. Las lesiones han aparecido en diferentes puntos del campeonato, siendo muchas de ellas graves y la mayor parte de aspecto muscular, lo que delata falta de trabajo por parte del cuerpo técnico y el jugador y, por momentos, excesivo arrojo a la hora de darle minutos a esos jugadores que no se encuentran en plenas condiciones.

Y los dos fichajes de enero del Sevilla venían avisando. El primero de ellos es Rubén Vargas. El suizo terminó el derbi con fuertes molestias. Se descartó lesión alguna en las exploraciones pertinentes y el técnico no dudó en ofrecerle la titularidad a la jornada siguiente contra el Atlético. En un gesto poco natural, sintió un pinchazo en los isquiotibiales. Rápidamente sintió que estaba lesionado. Akor Adams, en cambio, sí venía disfrutando de minutos en los últimos encuentros, tras recuperarse de la misma lesión que ahora vuelve a sufrir, aunque con mayor gravedad en este caso. García Pimienta decidió darle la titularidad ante el Atlético y el transcurso del partido obligó al técnico a mantenerlo los 90 minutos. No ha aguantado el ritmo de competición.

Si los dos fichajes que ha realizado el Sevilla en el mercado invernal, con una inversión cercana a los ocho millones, debe dejar al equipo a inicios de abril por sendas lesiones musculares, las miradas, inevitablemente, se dirigen hacia el director deportivo. Víctor Orta lleva tiempo señalado porque sus incorporaciones no han terminado de armar un buen equipo. Encima, García Pimienta, que fue su elección, también se encuentra en la cuerda floja. Toda la bronca desatada en el Sánchez-Pizjuán tiene su origen en la mala marcha del equipo. El madrileño también está siendo mirado con lupa por el propio consejo de administración, por mucho que sea una de las manos derechas del presidente. Estas lesiones vuelven a poner en cuestión su aportación a la situación que vive el Sevilla.

Otros fichajes de este mismo verano han corrido la misma suerte que Akor o Vargas. Chidera Ejuke estuvo incluso cerca de pasar por el quirófano por una rotura muscular, aunque optó finalmente por un tratamiento conservador. Saúl también sufrió una grave rotura y tuvo que parar unos dos meses y medio. Sambi Lokonga, por su parte, ha tenido hasta tres lesiones musculares a lo largo de la temporada. Demasiadas casualidades en una gestión que debe ofrecer plusvalías a las inversiones que se realicen y, con este currículum de lesiones, pocas llamadas recibirá el director deportivo para vender sus apuestas. El Sevilla se rompe. Esta vez, por el vestuario.