Fase final en la negociación por el entrenador

Como estrategia de partida nunca es recomendable enseñar tus cartas y marcar los tiempos. Al menos con esa intención ha llegado el nuevo director deportivo, quien también conoce cómo se mueve la información del club hacia fuera y ha tratado de llevar este importante asunto desde el más absoluto secreto. La opción de Matías Almeyda, entrenador argentino que en los 90 estuvo un año en Nervión, fue desvelado desde el país natal del propio preparador formado en River Plate. Almeyda es el favorito del Sevilla y en Nervión están decididos a cerrar la contratación cuanto antes. El entrenador argentino está sin equipo tras salir este mismo verano del AEK, tras una productiva experiencia en Grecia y su nombre fue ofrecido hace días al Sevilla. Con Víctor Orta era un hombre innombrable por el hecho de no tener experiencia en el fútbol nacional. Sin embargo, Cordón ha traído un estilo propio y sí conoce de cerca lo que ha conseguido el azuleño en Grecia tras su paso por Olympiacos. Quiere un entrenador que demuestre desde el principio una profunda adhesión al proyecto que el Sevilla comienza a organizar. Que sepa de las dificultades y su discurso sea que es capaz de sobreponerse a todas ellas.

Por esto mismo, por esas dificultades, no es sencillo que técnicos con buenos currículum, experiencia en España o miras más altas opten por embarcarse en el Sevilla de la actualidad. La posibilidad de fracaso es mayor que la de éxito y esto siempre echa hacia atrás a cualquiera, menos a esos que andan buscando trabajo y, sobre todo, una oportunidad importante en un club del nombre del sevillista. Aquí encaja por tanto el retrato de ese Almeyda que no ha tenido oportunidades hasta la fecha en las grandes ligas. Pese al interés y los contactos por cerrar un acuerdo con el argentino, en paralelo el Sevilla tocaba otras opciones para el banquillo que no trascendieron. Sí el hecho estar pulsándolas y trabajando en ellas, también como estrategia para que ninguno de los posibles candidatos se sintiera con la sartén por el mango. Todos pendientes de la decisión del nuevo director deportivo y el consejo de administración. No quieren alargarlo más de este mismo viernes, comenzando la verdadera planificación de la próxima temporada a partir del siguiente lunes.

La elección del entrenador es la primera piedra de Antonio Cordón. Posiblemente, el no de Imanol haya dejado incluso más relajado al director deportivo del Sevilla. El motivo no es otro que el de montarse en un barco que sea completamente suyo, es decir, que nadie pueda decir en un futuro cercano que el nuevo entrenador que se siente en el banquillo local del Sánchez-Pizjuán no era elección suya. O sólo se le cargase con la responsabilidad en el caso que hubiese fracasado, dejándole de lado en el triunfo del mismo, al conocerse que era una operación adelantada por su antecesor. Firmar él al nuevo técnico bajo su tutela incluso legitima más sus primeros pasos, pese a que el deseo de todos en Nervión sólo sea que el próximo jefe del vestuario dé el buen resultado que los últimos no han ofrecido.

Porque en el último cambio en la dirección deportiva, sin ir más lejos, con la llegada de Víctor Orta en el verano de 2023, además de un par de movimientos de entrada, el Sevilla decidió que debía quedarse José Luis Mendilibar, un técnico que no coincidía en sus maneras ni estilo futbolístico con lo que deseaba realizar el nuevo ejecutivo en el Sevilla, conociendo cómo estaban las cuentas y la rebaja salarial que necesitaba ir gestionando la entidad. Esa relación no duró mucho. Principalmente por los irregulares resultados, aunque había de fondo algo más en este caso, y no era otro el asunto que la distancia entre el director deportivo y el entrenador. Llegó con un técnico casi impuesto y eso no ayuda a que las relaciones cojan poso. Esto mismo ha llegado a pensar un Antonio Cordón que ya va a ir dejando su firma con la elección del entrenador, piedra angular del nuevo proyecto. Sobre la idea del mismo se debe ir construyendo el nuevo Sevilla.

A la persona que ocupará desde las próximas horas el cargo de entrenador sevillista se le ha dejado claro que no será un verano sencillo, que muchos de los hombres con los que comenzará a trabajar deberán salir, para generar plusvalías o para intentar que los números cuadren quitando sus enormes cargas salariales. El trabajo será largo y el inicio de la Liga, con el mercado aún abierto, generará más incertidumbre. El Sevilla ha buscado un hombre que coja un proyecto repleto de incertidumbres y muy pocas certezas. El mismo que ha echado para atrás a un hombre como Imanol Alguacil y que pronto tendrá un nuevo inquilino que se lanza a la aventura.