Como decíamos ayer

En LaLiga que acaba de arrancar, parece que también todo está de rebajas. Más allá del contrato astronómico de MBappé, la competición liguera casera se instala en un estadio de clase media en el que impera el boquerón y la mojama: fichajes de medio pelo, trapitos rescatados en el piojillo de la Segunda División o viejas glorias en fase de retirada.

Conviene que no nos llevemos a engaño desde el principio de esta temporada, y así evitaremos sufrimientos innecesarios: el Sevilla de García Pimienta que ayer estrenó las botas frente a Las Palmas es un equipo de rebajas. Como lo son muchos otros de la competición. Sin ir más lejos, la propia Las Palmas. Su entrenador, Luis Carrión, debutaba ayer en Primera División. García Pimienta lo hacía al frente del Sevilla. Y es un entrenador que también conoce la Segunda División y se ha curtido en el barro del fútbol modesto. Que se lo digan a Las Palmas: en el Estadio del Gran Canarias se le respeta y reconoce como el artífice del ascenso del equipo a la máxima categoría.

Pasan las semanas, y la situación de rebajas en el mercado de fichajes continúa. Se rumorea que ya no vendrán más refuerzos para el Sevilla. Han venido algunos, como Peque o Carmona, y el banquillo está plagado de nombres pensados inicialmente para el filial: Darío, Idumbo, Collado, Rivera… También ha habido otros fichajes más rutilantes, como Lokonga, Saúl Ñíguez o Ejuke. Pero ayer, en el debut liguero del Sevilla, no vimos a ninguno de ellos sobre el campo. Nos hubiera gustado ver a Ejuke, el único de los tres que estaba convocado, y el que ha ofrecido los momentos más ilusionantes de la pretemporada sevillista. Pero García Pimienta se decantó en su estreno por repetir prácticamente el mismo once con el que el Sevilla se despidió de la anterior temporada. Una temporada que concluyó con idéntica sensación de rebajas a la que acaba de arrancar.

En algunos spaces de X, esos afters virtuales de la parroquia sevillista en los que se dispensa barra libre de desbarre, ya llaman a García Pimienta el Pimentón. No hay pimentón como el de la Vera, comarca extremeña famosa por este producto. García Pimienta siempre fue más de la Masía, pero como jugador siempre será recordado en Extremadura por haber sido uno de los futbolistas que formaban parte del primer once titular del C. F. Extremadura en Primera División. Durante aquellos años, seguro que se convirtió en devoto del pimentón de la Vera. No sabemos, eso sí, si es más del pimentón dulce, del picante o del agridulce.

Contra Las Palmas anoche, el saldo fue más bien agridulce. Al Sevilla se le vieron algunas cosas, cierta alegría en el ataque, pero también problemas que deben ser solventados y que agriaron el conjunto. El más preocupante de todos, seguramente, la falta de solvencia defensiva. Ya sabemos a qué fútbol juega García Pimienta, pero está por ver si esa propuesta de fútbol -es la gran duda- es defendible con el plantel de centrales del Sevilla. El encuentro de anoche parecía más bien de pretemporada, por la falta de acierto y precisión de ambos equipos, pero los errores en la salida de balón del Sevilla fueron una constante durante todo el partido. También genera muchas dudas el esquema ofensivo, con un Isaac Romero que ofreció durante todo el partido una imagen desnortada. Se le ve demasiado solo ahí arriba.

En cualquier caso, hay que esperar. Debemos suponer que se van a producir cambios, en algunos casos drásticos. Porque, de momento, esto se parece demasiado a lo que vimos la pasada temporada. Como decíamos ayer…