El contrato de Saúl: hasta 2026, con cláusulas de ruptura para Sevilla y jugador, no el Atlético
El club madrileño paga buena parte de los 14 millones brutos anuales del centrocampista, quien fue pitado en el último encuentro ante el Athletic
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Saúl Ñíguez sigue sin comprender muy bien qué le ocurre en el Sevilla. O, mejor dicho, qué le sucede a la afición de su nuevo club con su figura, ahora que incluso lleva el brazalete. El Sánchez-Pizjuán despidió su cambio, cuando ... fue anunciado por megafonía ante el Athletic, con una sonora pitada. No a la sustitución del entrenador, sino hacia el número 17, después de realizar 45 minutos espantosos, culminados con una mano en el área para que Nyland ocultase un error de bulto para un jugador tan experimentado. Saúl no lo está pasando bien en sus primeros meses en Nervión. No se habían cumplido las expectativas despertadas en la afición nervionense con su llegada. Y, tras malos años en el Atlético, él mismo desea levantar el puño y dejar claro que a su carrera le quedan muchos capítulos por escribir.
Su fichaje venía avalado y ejecutado por Víctor Orta, quien en una primera comunicación con Saúl, propiciada por su hermano y agente, aún no podía creer que fuese posible el hacerse con un futbolista de ese nivel para el centro del campo del Sevilla. Cuando todo estaba acordado para firmar un contrato de tres años, el Atlético levantó la mano y comunicó que no le daba la rescisión. Le tocaba al Sevilla pagar parte de esa ficha que le adeudaba el conjunto rojiblanco. Una especie de cesión por las dos temporadas que le restaban a Saúl en el Atlético sin posibilidad de romperla, es decir, que el Atlético no puede imponer su voluntad en el futuro del zurdo. Le toca pagar lo acordado (buena parte de los 14 brutos que cobra Saúl), mientras el Sevilla paga menos de dos netos por quien se ha convertido nada más llegar en uno de sus capitanes.
Bien es cierto que este complejo contrato, del que ha podido conocer detalles ABC de Sevilla, puede ser disuelto por la parte sevillista si al final de esta primera temporada no está contento con el rendimiento del zurdo. Las sensaciones en el club con el jugador son positivas, pese a que no haya podido rendir hasta la fecha como se esperaba de él, por su implicación y liderazgo. Un jugador del que se cree su techo está aún muy lejos de poder vislumbrarse por esa lesión sufrida a inicios de curso. El Sevilla tiene una de las plantillas más jóvenes de la categoría y la presencia de Saúl se hace indispensable para superar ciertos baches.
No sólo el Sevilla posee, por contrato, la posibilidad de cerrar la etapa de Saúl en el Sánchez-Pizjuán. El propio centrocampista también podría decir adiós durante unas semanas del mercado (no válida en agosto) si le llega una propuesta económica irrechazable del fútbol árabe. Eso está también estipulado en el acuerdo. De todos modos, en Nervión no se colocan en ese escenario. Se espera que el tramo final de la temporada, cogiendo mayor protagonismo Saúl, sirva para despertar a un jugador que estaba llamado a ser muy necesario para el Sevilla.
La apuesta de Pimienta
«A Saúl hay que darle las gracias por querer jugar en el Sevilla». Xavi García Pimienta tiene claro que Saúl es su hombre, pese a que en algunos momentos tenga que decidir que no puede continuar sobre la hierba. El entrenador fue de las personas que más conversó con el futbolista en verano, antes de que diese el paso para firmar con el club andaluz. Le vendió su idea de juego y cómo podía encajar en ella. De hecho, la presencia del catalán en el banquillo fue una de las motivaciones para terminar accediendo a la propuesta hispalense. Por eso García Pimienta sabe de primera mano cómo de mal lo ha pasado Saúl con la lesión y con esa imposibilidad de ayudar cuando el equipo más le necesitaba. También, con el propio trabajo que le quedaba por hacer al técnico de sacar el mayor provecho de un hombre tan polivalente que no se le deja tener un espacio determinado en el equipo.
Por delante de Sambi Lokonga (también Agoumé) y Sow, sin estar todavía bien, como él mismo reconoce, puede encontrar esas sensaciones que le han sido esquivas. Tener llegada, peso en la creación y asumir parte de esa responsabilidad ofensiva con la que Pimienta carga a sus hombres de segunda línea. Liberar al mejor Saúl es parte de un camino que está comenzando a realizar. «Está haciendo un esfuerzo muy importante para volver a ser el jugador que es. Tiene muchísimo nivel y seguro que va a hacer una segunda vuelta brutal», explicaba el preparador nervionense. Un esfuerzo también en el apartado económico. «Ha perdonado dinero, ha decidido venir a un club que no está en su mejor momento», dijo.
Y es que Saúl percibe del Sevilla un salario bajo para su trayectoria, teniendo igualmente en cuenta lo que le debe pagar el Atlético, en los plazos que las partes han estimado. Dentro de su contrato también hay unos pluses de rendimiento y de objetivos conseguidos por el propio equipo, como una hipotética clasificación para disputar competiciones europeas, situación aún muy lejana para los sevillistas.
Saúl está empeñado en triunfar como jugador del Sevilla. Ha salido del particular pozo del Atlético a nivel individual para entrar en otro aun más profundo en Nervión, con una lesión que le sigue mermando a la hora de competir al no encontrarse suelto del todo. Pese a ello, está convencido de que su momento está por llegar. Que a sus 30 años cumplidos recientemente puede ponerle la guinda de una gran trayectoria como sevillista. Su contrato le vincula más al Sevilla de lo que en un principio pudiese parecer. Dos años como poco y a seguir sumando partidos, goles y asistencias en una etapa distinta para Saúl Ñíguez.
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