Las bases del éxito de Quique

Con esta tranquilidad, los hombres de Quique se presentarán el próximo domingo en el Benito Villamarín para enfrentarse al eterno rival. Ahora, la meta personal de Quique es la de convencer para revalidar su puesto una temporada más. Hasta ahora, el plan A del madrileño ha sido salvar los muebles, un objetivo que ha cumplido sosteniéndose en cinco claves básicas, pero eficaces.

La filosofía de Quique es la del pragmatismo, no sólo en el Sevilla. El técnico madrileño siempre ha optado por la vía de lo práctico, de lo que funciona, sin experimentos ni florituras. Después de hacer el diagnóstico, Quique definió un sistema de juego defensivo, un bloque sólido basado en una férrea defensa y aprovechar los contragolpes. Un juego muy poco atractivo para el aficionado, pero que a la hora de sumar puntos ha funcionado. A la hora de definir el once, el técnico no ha hecho grandes variaciones, tiene un núcleo duro que sólo modifica por causas de fuerza mayor y es más dado a optar por jugadores que se ponen el mono de trabajo, más que por otras cualidades.

El regreso de Nyland a la portería sevillista ha sido imprescindible para acumular puntos en estos últimos meses. Desde que se recuperó de su lesión, ha disputado once duelos en liga, seis victorias, tres empates y dos derrotas. El noruego ha conseguido mantener su portería a cero hasta en cuatro ocasiones y, de hecho, se encuentra entre los cuatro porteros menos goleados de LaLiga EA Sports. Su presencia bajo palos ha infundido confianza en la defensa sevillista e incluso sus saques han propiciado alguna jugada que otra de peligro. A día de hoy se puede decir que el portero noruego es el mejor fichaje de verano del Sevilla y está pendiente de renovar, al menos, una temporada más.

Para nadie es un secreto que la irrupción de Isaac Romero ha elevado el nivel del ataque sevillista. Con la lesión de Lukebakio, el ostracismo de Rafa Mir y la medio retirada de Mariano, el Sevilla FC necesitaba como el comer aire fresco en la punta. El lebrijano lleva cuatro goles y cuatro asistencias en trece partidos ligueros. Su química con En-Nesyri ha beneficiado el marroquí, el cual se ve más libre para volar por el área rival y hacer lo que mejor se le da. Desde que Quique alinea a ambos juntos en el ataque, el internacional con Marruecos ha logrado marcar hasta en siete ocasiones.

El Sevilla FC ha recuperado la solidez defensiva con el sistema de tres centrales. Diego Alonso ya lo probó en su momento y Quique Sánchez Flores lo ha mantenido fijo en prácticamente todos los encuentros. Badé, Ramos y Kike Salas son los hombres fijos en el esquema, que sólo ha variado por las lesiones o sanciones que se han ido sucediendo. Un sistema 5-3-2, más rocoso que vistoso, que ha tapado el agujero con el que el cuadro blanquirrojo arrancó la temporada. No en vano, el equipo acumula a más de la mitad de sus efectivos en dos líneas muy juntas desde la frontal de su área.

Quique ha mostrado en más de una ocasión su predilección por los jugadores de la casa. Ha alabado públicamente tanto a Isaac como a Kike Salas, asegurando que son estandartes de lo que debe ser un jugador del Sevilla. El técnico ha puesto a jugar hasta a seis jugadores criados en la carretera de Utrera, aunque dos de ellos son ya los veteranos Jesús Navas y Sergio Ramos. No obstante, Quique ha tirado de Kike Salas e Isaac como titulares siempre que ha podido y ha hecho jugar a Manu Bueno y a Juanlu. Curiosamente, en LaLiga 2023-2024, nunca hubo más de tres canteranos en un mismo partido hasta su estreno en el Nuevo Los Cármenes, en el que la plusmarca se estableció en cuatro. Solo se había salido de esa norma el choque copero en Quintanar de la Orden, en la etapa de Diego Alonso.