Atlético de Madrid - Sevilla: Nianzou y Marcao desarmaron el plan (3-0)
El Sevilla cuajó un aceptable partido en el Metropolitano durante una hora hasta que se derrumbó por sus grotescos errores defensivos
Atlético de Madrid - Sevilla, las notas de los jugadores: con Azpilicueta, empate a cero; sin el navarro, tres goles encajados
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Iniciar sesiónEl Riyadh Air Metropolitano fue testigo de la tercera derrota consecutiva del Sevilla en LaLiga. Los de Almeyda se traen un 3-0 en el AVE de vuelta. Resultado muy doloroso porque el partido no reflejó esas diferencias. Los de Almeyda perpetraron ... por enésima vez su condena desde los errores propios en defensa, encarnados en viejos reincidentes como Marcao y otra vez en un Nianzou que al poco de pisar el césped en la segunda parte reventó el hasta entonces buen encuentro de los suyos con un absurdo penalti sobre Giménez que les sirvió a los locales para abrir el marcador en el 64. Nianzou sustituyó en el descanso al reaparecido Azpilicueta y el plan no tardo en irse al garete. No jugaba desde que se lesionó ante el Villarreal con los cambios agotados, dejando a su equipo con uno menos, lo que puso en bandeja el triunfo a los amarillos en Nervión y desató las críticas contra el entrenador. Almeyda también es reincidente en esa confianza estéril. En el Metropolitano, Julián Alvarez, de penalti por pifia del galo, Almada tras torpeza de Marcao, y Griezmann, sentenciaron al Sevilla.
Hubo quien fantaseó en la previa del choque con la gesta de rascar algo en territorio colchonero, pero el duelo de este sábado no ha hecho sino dejar caer a plomo sobre los nervionenses todo el peso de una realidad irrefutable: la distancia sideral entre ambos proyectos, antagonistas en sus objetivos. Unos, los del Cholo, pelean por todo y gloria. Otros, los de su colega Almeyda, bastante tienen con la supervivencia en la competición. Queda eso. Y, por supuesto, rezar por que el cambio de propiedad que se sobreviene en la institución sea la maniobra provechosa que todos anhelan y no la puntilla a casi 136 años de historia.
La empalagosa fiesta de hace un mes contra el Barcelona se le ha indigestado a un Sevilla que desde ese instante pareció volatilizar de manera inmadura su identidad proletaria y batalladora con Almeyda. Esa dulce goleada embolsó tres puntazos y ensanchó pechos, sí, pero también torpedeó la concentración y distorsionó la perspectiva. Desde entonces, cadena de traspiés ante Mallorca, Real Sociedad y ahora Atlético. Los errores propios devoran al Sevilla. Luego está la desigualdad insalvable entre un equipo con 327 millones de tope salarial y otro, el sevillista, con 22. Pero eso es otra historia.
Con apenas dos sesiones en las piernas, recién salidos de lesiones musculares, Almeyda insertó en su once sin pensárselo a Azpilicueta y Batista Mendy, dos pilares de su esquema sin relevos a la altura en el plantel. El central navarro apretó con inusitadas ganas en su recuperación para llegar a la cita contra su exequipo. La reaparición del pivote francés tampoco fue baladí a la hora de amortiguar la ausencia por sanción de su compatriota Agoumé. Tanto Mendy como Azpilicueta dieron la talla. Elevan el nivel. Comandaron un Sevilla competitivo mientras que aguantaron en el campo. Hasta el descanso.
Otra novedad llamativa de la alineación de Almeyda estuvo en la apuesta por Peque como enganche arriba. Hasta ahora utilizado en minutos residuales, el técnico argentino premiaba así el buen trabajo y la intensidad mostrada por el ex del Racing en esas escasas chances de las que dispuso. Su trabajo en la primera mitad del Metropolitano estuvo en esa línea. Activo, vertical, filtrando algunos buenos balones en el frente ofensivo. De lo más salvable del equipo.
En el arranque del partido, el Atlético le dio el balón al Sevilla sin ningún tipo de escrúpulos. 'Conciba usted, que yo le espero', ese axioma que ha acaparado el manual del Cholo a lo largo de los años con tantos éxitos como atrevidos detractores. Antes de que Baena, en una posición más retrasada de lo habitual por la ausencia de Barrios, comenzara a hurgar en los puntos débiles sevillistas a balón parado, el Sevilla anduvo cerca de aprovechar su aseada puesta en escena con una peligrosa llegada de Isaac. El lebrijano recogió un buen balón de Peque dentro del área y en el cuerpeo con Hancko disparó alto con Oblak casi vendido. Lamentó el punta canterano la ocasión. Él, todos, sabían que no habría muchas como ésa, por más que el duelo estuviera recién alumbrado.
Los colchoneros fueron creciendo a la par que el Sevilla perdía cierta clarividencia, dentro de un guion previsible. Todo balón que pasaba por el cerebro Baena se convertía en amenaza para el cuadro de Almeyda, falto de ideas en la zona de creación sin una pieza como Agoumé. La primera clarísima del Atlético llegó a los 28 minutos con un misil de Sorloth a quemarropa que repelió Vlachodimos bien colocado. La figura del meta greco-alemán comenzaba a lucir. Marcao había errado en la salida, desbaratando por completo el orden defensivo de los suyos.
Los nervios afloraron y acto seguido fue el local Nico González quien dispuso de otras dos grandes acciones para adelantar al Atlético. Una la reventó en el palo el argentino y la otra la resolvió con un nuevo paradón el portero del Sevilla. Los de Cholo mordían. Pidieron luego penalti de Azpilicueta sobre Nico que Hernández Maeso no concedió. En el peor momento del Sevilla en el encuentro, Vargas casi iguala la contienda con un zapatazo arriba antes del intermedio. Los equipos enfilaban el túnel de vestuarios con 0-0. Tres grandes ocasiones de los locales y un par de buenas llegadas de los sevillistas, que mantuvieron bien el tipo durante los primeros 45 minutos.
Tras el descanso, Almeyda decidió no arriesgar más los aductores de Mendy y Azpilicueta y los dejó en el banquillo, ubicando en su lugar a Gudelj y a Tanguy Nianzou, otro que también reaparecía después de varias semanas en la enfermería. La fe del entrenador en el francés dinamitaría todas las esperanzas del equipo. El dibujo pasaba a tres centrales para afrontar el segundo acto, con Gudelj, eso sí, más suelto en la salida y auxiliando en la medular.
El Sevilla mejoró. Almeyda taponó además a Baena con un marcaje individual de Sow que daba sus frutos y el balón a los nervionenses. Hubo un posible penalti de Baena sobre Peque que el árbitro tampoco concedió. Los visitantes jugaban diez metros más hacia adelante y el Atlético se desesperaba. Isaac remató alto un buen servicio lateral de Suazo… y ahí murió el Sevilla. Más bien, se inmoló él solito.
Nianzou, en un intento de despeje temerario dentro del área, se llevó por delante a Giménez y cometió penalti. La jugada, pese a ser revisada en el VAR, era demasiado clara, dantesca. Julián Álvarez no falló desde los once metros batiendo a Vlachodimos por su derecha. No sin cierto suspense, porque el meta sevillista había adivinado la trayectoria del disparo y casi llegó al balón. Por desgracia para el equipo de Almeyda, que estaba realizando hasta ese momento un buen encuentro, ese balón besó las redes y puso a los de Nervión a remolque en el marcador a los 64 minutos. Otra vez Nianzou. Entre las lesiones y los errores pueriles, su periplo en el Sevilla sigue siendo un suplicio para su equipo. Y para él mismo.
Salvo una gran ocasión de Gudelj que abortó Oblak, de ahí al final, todo se estropeó más si cabe para un Sevilla en el que también quedó señalado el otro central que llegó con Nianzou en 2022 para sustituir en su día a los inolvidables Koundé y Diego Carlos. Giuliano Simeone se la dio a Almada para que éste hiciera el 2-0 a puerta vacía tras un fallo grotesco de Marcao, horrible en su entrega a Suazo en la salida del balón y peor aún intentando frenar al Cholito en su internada. Con todo resuelto, Griezmann instalaría el 3-0 definitivo para la fiesta colchonera. El Sevilla sabe bien cuál es su liga. O eso esperemos.
FICHA DEL PARTIDO
Atlético de Madrid: Oblak, Llorente, Giménez, Hancko, Ruggeri, Koke, Álex Baena (Griezmann, m. 74), Giuliano (Molina, m. 86), Nico (Gallagher, m. 68), Sorloth (Almada, m. 68), Julián Álvarez (Raspadori, m. 86).
Sevilla FC: Vlachodimos, Carmona, Azpilicueta, Marcao (Nianzou, m. 45), Suazo, Mendy (Gudelj, m. 45), Sow, Juanlu (Akor Adams, m. 72), Peque (Ejuke, m. 79), Vargas, Isaac Romero (Alfon, m. 79).
Goles: 1-0, m. 64: Julián Álvarez, de penalti; 2-0, m. 77: Thiago Almada; 3-0, m. 90: Griezmann.
Árbitro: Francisco José Hernandez Maeso (Comité Extremeño). Amonestó a Isaac Romero, Nianzou y Marcao.
Estadio: Riyadh Air Metropolitano. 66.119 espectadores.
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