Arsenal - Sevilla: La caída del Sevilla de Alonso da miedo (2-0)
Trossard y Saka rubricaron los goles de un cuadro inglés insultantemente superior en fútbol y competitividad a los sevillistas, que se dedicaron a defender desde el minuto uno
Las cuentas del Sevilla para llegar a octavos de la Champions League
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Iniciar sesiónEl Sevilla de Diego Alonso tampoco despegó en el Emirates, plaza peliaguda donde las haya y 'matadero' seguro para un grupo como el nervionense turbado por mil problemas. Los pronósticos no se rompieron en Londres, donde el Arsenal de Arteta se ... regaló una plácida velada con sus hinchas para cenarse al decadente Sevilla y encarrilar así la primera plaza del grupo y el pase a octavos. Trossard en la primera mitad y Saka en la segunda rubricaron los goles de la victoria (2-0) de un cuadro inglés insultantemente superior en fútbol y competitividad a los sevillistas, que salieron desde el minuto uno con los brazos caídos y a defender. El once de Alonso, para colmo, levantó ampollas, con jugadores que no están para pelear en la élite. El Sevilla desespera. Es colista en su grupo de Champions con sólo 2 puntos. Por sacar algo positivo, y pese a su ruinoso papel en el máximo torneo continental, tendrá opciones de todo en las dos últimas jornadas ante el PSV en el Sánchez-Pizjuán y el Lens en Francia.
Y el domingo espera el Betis, que anda con ganas y la flechita para arriba. Realmente, a este Sevilla cualquier rival ya le parece un ogro inexpugnable. En el viaje a Inglaterra, tanto el presidente, José Castro, como el director deportivo, Víctor Orta, se afanaron en defender públicamente y con vigor el proyecto del entrenador uruguayo. El segundo lo comparó incluso con Xabi Alonso, «entrenador de moda en Alemania que de sus siete primeros partidos ganó uno» y que ahora es líder de la Bundesliga con el Leverkusen… la verdad es que el técnico sevillista anda ya en esos números: una única victoria ante un equipo de la Preferente manchega en seis partidos. Ironías fuera, o cambia mucho la película en este Sevilla o da la impresión de que Diego y Xabi sólo compartirán el apellido en sus currículums.
Alonso perpetró en el feudo inglés una rotación sorprendente. Se esperaba algún retoque en su once, pero ni mucho menos el baile táctico y de piezas elegido por el uruguayo. Llamó la atención especialmente la titularidad de dos hombres que apenas estaban contando hasta la fecha, caso de Jordán y Kike Salas. Pedrosa, por su parte, actuó como extremo izquierdo por delante del canterano. Como era de esperar, todos acabaron desbordados. No funcionó absolutamente nada.
El planteamiento de Alonso levantó sospechas desde el preciso instante en que dio a conocer su alineación. Bastó que echara a rodar el balón en el Emirates para que en poquitos minutos se confirmara el proyecto ultraconservador de los sevillistas. El equipo de Alonso salió a defenderse, a plantar un muro ante los estiletes del Arsenal. Se olvidó completamente de la otra mitad del campo. Y a rezar. Normalmente, esa apuesta futbolística en un escenario tan grande suele salir rana; era cuestión de tiempo que el Sevilla cobardón se viera por detrás en el marcador.
Y lo cierto es que el Sevilla logró aguantar el chaparrón local durante media hora. Bien ordenadito, solidario y concediendo pocas ocasiones de peligro reales a su adversario. Apenas un par de cabezazos de Havertz y Gabriel, y un disparo alto de White fueron los tímidos avisos que precedieron al gol cantado de los londinenses. Porque el golpe del Arsenal, con la actitud arrojada por unos y otros, se daba por hecho. Juanlu y Kike Salas sufrieron de lo lindo en los laterales con el poderío de Martinelli y Saka. El martilleo era constante. Se iban una y otra vez, ganando todos los duelos. Un suplicio para los canteranos. Hasta Diego Alonso tuvo que cambiar el pie y pasar a defensa de cinco para protegerlos.
Sólo faltaba por conocerse el minuto del gol. Y éste llegó en el 29. Otra vez con raíz en la maldita salida del balón que terminará condenando al entrenador. Lamela perdió la pelota en zona prohibida y Jorginho armó la triangulación letal del Arsenal sirviendo un pase magistral a Saka para que el extremo inglés le sirviera el gol en bandeja a Trossard. 1-0. Eso es lo que duró el plan ramplón de un Sevilla aculado en su área. A verlas venir hasta que el cuadro de Arteta tocó la campana. Siendo francos, las diferencias de juego entre un equipo y otro eran alarmantemente más amplias que esa mínima renta que reflejaba el luminoso del Emirates.
De ahí al descanso el Sevilla sólo fue capaz de asomarse a los dominios de David Raya con una internada de Pedrosa que cortó sin mayores problemas el central del Arsenal Saliba. Fue la única vez que se estiró el cuadro de Diego Alonso. O mejor dicho, que lo intentó. Porque la primera parte del Sevilla fue un auténtico sopor. Lo mejor, sin duda, el resultado: marcharse al descanso perdiendo sólo 1-0. El trío Jordán, Fernando, Sow no generó ni una combinación potable, y arriba En-Nesyri no olió la bola.
Jugando de este modo, el partido se le iba a hacer muy largo a un Sevilla inédito en ataque, incapaz de dar tres pases seguidos. Con todo, Alonso no tocó un varal tras el paso por vestuarios. Debió estar conforme con lo que estaba viendo. El Arsenal salió en la segunda parte a finiquitar el partido por la vía rápida y casi lo consigue Havertz en dos llegadas consecutivas del alemán. Su primer disparo a bocajarro lo desvió in extremis Juanlu y el segundo se le marchó fuera lamiendo el poste derecho de Dmitrovic. Este Sevilla es irreconocible. Equipo simplón, sin ambición ninguna. Así recibiría el castigo del 2-0. Saka agarró la moto, penetró hasta el área sacándose de encima con suma facilidad a Pedrosa y ejecutó con la zurda a Dmitrovic para ampliar la ventaja de su equipo. Ahora sí, el Sevilla estaba fulminado.
Demasiado tarde llegaban los cambios de Diego Alonso. El uruguayo, con todo perdido, realizó un doble movimiento introduciendo en el campo a Rakitic y Soumaré por unos intrascendentes Jordán y Sow. El sainete fue a más… el centrocampista francés duró apenas ocho minutos sobre el verde, en los que le dio tiempo a ver una cartulina amarilla antes de marcharse lesionado para dejar su sitio en el campo a Mariano. Contratiempo inesperado para un Soumaré que apuntaba a titular en el derbi. La cosa no estaba para mucho más en el Emirates. A Alonso y sus chicos sólo les quedaba cruzar los dedos para evitar más lesiones y que el marcador empeorara. Derrota. Salvo el trámite de Quintanar, Diego Alonso sigue sin ganar un partido. Y pese al calamitoso camino en Champions, el Sevilla todavía tendrá opciones de todo en las dos últimas jornadas. El domingo, el derbi… al que llega el equipo con sensaciones más que inquietantes. En caída libre.
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