Arranca la Liga 24-25: un Sevilla en construcción busca su identidad

El rendimiento deportivo también ha empeorado la crispación institucional que desde hace años vive el Sevilla. Será la primera temporada íntegra para el presidente Del Nido Carrasco, ya que ocupó el cargo el pasado mes de enero, y uno de sus principales movimientos ha sido ejecutar este plan de regeneración del equipo. Bajar la edad media de la plantilla, con idea de volver a un modelo de plusvalías. Captar talento para venderlo y, así, hacer dinero. La fórmula que llevó antaño a la gloria al Sevilla. Para ello, se confía en Víctor Orta, director deportivo de la entidad, que tiene casi completada la planificación de este verano. El madrileño llegó en junio de 2023, pero se encontró con una planificación ya arrancada por su antecesor, Ramón Rodríguez Verdejo 'Monchi'.

Es este verano cuando el director deportivo ha podido trabajar desde cero en una tarea nada fácil de ejecutar. El límite salarial ha descendido drásticamente, al bajar los ingresos de un año para otro. La pronta eliminación europea y no disputar ninguna competición continental han determinado los movimientos de mercado. Además, la plantilla se encontraba con un gran número de descartes. De ahí, que se hayan producido hasta doce salidas este verano, siendo las más llamativas, y buscadas, las cesiones de Rafa Mir al Valencia y Januzaj a Las Palmas. Además, En-Nesyri ha protagonizado la venta del verano sevillista marchándose al Fernerbahçe de Mourinho por unos 20 millones. Y todas las miradas están puestas en la posibilidad de que Badé se marche por otros 20 'kilos'. Un movimiento que obligará a Orta a traer un central. El madrileño ha fichado a un total de siete jugadores para que el equipo se adapte lo mejor posible al estilo de Pimienta, un juego basado en sacar el balón jugado, siendo Saúl Ñíguez una de las mayores sorpresas para el sevillismo y que intentará convertirse en el líder del equipo, toda vez que Jesús Navas se retire en el mes de enero.