Sevilla - Athletic
Año nuevo, viejas costumbres (0-2)
LaLiga
Los sevillistas vuelven a dar un paso atrás y firman otro partido para olvidar en el Ramón Sánchez-Pizjuán
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Sevilla FC - Athletic: resumen, goles y ruedas de prensa del partido de LaLiga EA Sports 2023-2024
Hubo un tiempo en el que Nervión era un fortín. Tiempos en los que los sevillistas peleaban por puestos de Champions League y sacaban pecho por la calle. No ha llovido tanto desde aquello, pero ahora en el Sánchez-Pizjuán lo único que ... impera es desazón e impotencia del fortín ya no quedan ni los cimientos. Tras el descalabro del Sevilla FC ante el Getafe, el que le dio la puntilla a Diego Alonso, el equipo hispalense volvía a jugar en casa con nuevo entrenador, nuevo presidente, pero con viejas costumbres.
Y es que el Sevilla FC ha cogido la peligrosa costumbre de perder. El primer partido de Quique Sánchez Flores en el feudo sevillista lejos de disipar fantasmas los atrajo. Volvió a tirar el equipo 45 minutos muy valiosos en los que el Athletic sólo marcó sólo un gol de puro milagro. La ineficacia del Sevilla desde mitad del campo hacia delante provocó que la primera mitad del encuentro se resumiera en los embistes de los bilbaínos. No obstante, sólo pudieron materializar una de sus múltiples ocasiones, otorgando la oportunidad a los locales para redimirse tras el descanso. El Sevilla FC recogió el guante, pero los escasos recursos de los que dispone no le dieron para conseguir rascar ni un punto ante un rival que sí supo sacar rédito de los pasillos despejados. En la recta final del encuentro, y ante un inoperante Sevilla, los de Ernesto Valverde aumentaron su renta para certificar su estatus en la tabla y hundir a los blanquirrojos en la misma.
Los malos augurios empezaron pronto, puesto que el primer once que Sánchez Flores presentó sobre el césped del Sánchez-Pizjuán tuvo que ser sin Soumaré, que causó baja de última hora por motivos personales, por lo que el técnico decidió devolver a Gudelj en el doble pivote junto a Sow. Sin embargo, el serbio no duró mucho ahí, ya que tuvo que retirarse antes del final de la primera parte ayudado por los servicios médicos. Una baja más y ya se ha perdido la cuenta. Rakitic entraría por él. En el ataque, Suso y Ocampos acompañaron a Rafa Mir en su tercer partido como titular en liga, aunque bien podrían haberse quedado en casa durante la primera mitad, puesto que apenas olieron el cuero.
Como un deja vu, el Sevilla volvió a arrancar el duelo frío, con muchas imprecisiones en defensa y pérdidas de balón que pusieron en bandeja las llegadas peligrosas del Athletic. Hubo que esperar al minuto 16 para ver a los hombres de Quique Sánchez Flores llegar con ciertas intenciones al área rival, un centro de Suso que no encontró rematador activó las alarmas de los leones. Un brote verde que duró poco o nada, puesto que el Sevilla FC no logró encadenar más de tres pases seguidos y los pocos que hizo fue sin inteligencia alguna.
Pecados que no se pueden permitir cuando se tiene enfrente a un equipo como el Athletic, el cual coquetea con los puestos de Champions League con argumentos sólidos. La primera llegada peligrosa real de los leones tuvo la firma de Berenguer, un tiro que intercepta Dmitrovic y que derivó en un contragolpe del Sevilla que boicoteó el propio Rafa Mir. El murciano demostró falta de confianza en sí mismo, pensándose demasiado las cosas en el área rival y que dio tiempo a la defensa rival para reorganizarse y neutralizar la ocasión. Mucho tiene que mejorar el murciano si lo que pretende es ser una alternativa seria a En-Nesyri.
No tardó en responder el Athletic, Nico Williams se quedó solo ante Dmitrovic tras una gran jugada combinada de los bilbaínos, pero el disparo se le marchó fuera por poco. Tanto fue el cántaro a la fuente, que la duda no era si el equipo vasco marcaría, sino quién de ellos sería el primero en hacerlo. A la media hora se disipó la duda, Vesga, de cabeza, sobrepasó sin problemas a la defensa sevillista y adelantó a los suyos.
Un castigo más que merecido para el cuadro hispalense, al que la precipitación lo condenó, con multitud de pérdidas de balón y cero continuidad en el juego. El partido de los sevillistas se resumía al descanso en una estadística: cero tiros a puerta. Un panorama que volvió a encender a la grada que pidió carbón para jugadores y directiva.
La segunda mitad en Nervión no pudo arrancar peor, puesto que en la primera jugada del Athletic, Nico Williams llegó al área del Sevilla campando a sus anchas y mandó el balón al palo. Una advertencia para el equipo local, que tenía que reaccionar sí o sí. Y lo hizo, se despertó y el juego comenzó a alejarse de Dmitrovic para acercarse a Unai Simón. En el minuto 52, una falta muy peligrosa sobre Rakitic, que por centímetros no fue penalti, se lo puso en bandeja al Sevilla. La tiró Ramos, que mandó la pelota a la portería pero tocó con la barrera y se desvió. No obstante, la ocasión más clara fue de Suso, un remate desde la frontal que se marchó por milímetros. La actitud del Sevilla seguía mejorando, mostrando más parsimonia con el balón en los pies, lo que le permitió llegar con más fluidez a territorio rival. Los de Sánchez Flores peleaban para recuperar cada balón perdido y empezó a rozar el empate.
Kike Salas se propuso marcar y se convirtió en la pieza más peligrosa del Sevilla. Un cabezado suyo tras meterse de forma pícara entre la defensa rival mandó el cuero a los guantes de Simón. Pero, entonces, Sánchez Flores movió piezas, unos cambios que dejaron frío al público. Nianzou, Januzaj y Óliver Torres entraron por Badé, Juanlu y Sow. Ahí el partido se rompió, puesto que los que entraron restaron competitividad a un equipo que se encontraba en el mejor momento del duelo. Las prestaciones de Januzaj están lejos de las de Juanlu, y la ausencia del de Montequinto anuló la jugabilidad de la banda derecha, perdiendo así el equipo una pata muy importante.
A pesar de todo, el Sevilla tuvo alguna más. Como la doble parada de Unai Simón, en el minuto 73, a sendos tiros de Kike Salas y Rafa Mir. Dos minutos después, estos mejores minutos locales derivarían en el segundo gol del Athletic. Aitor Paredes con asistencia de Ander Herrera, aprovecharon los huecos y la ineficacia defensiva blanquirroja para ampliar la renta. El partido quedó roto y los últimos coletazos del Sevilla fueron insuficientes hasta para maquillar el marcador.
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