El jugador renovó su contrato hace unos tres meses, pero con el cambio de la dirección deportiva y el banquillo sevillista su situación ha cambiado de forma drástica dentro del Sevilla. Tras el fichaje de Odysseas Vlachodimos, al riojano se le comunicó que no se contaba con él este año y se intentó cerrar su cesión al Deportivo.
No obstante, el club coruñés consideraba demasiado elevada la ficha del portero, que cobra algo más de un millón de euros por temporada. Con esta puerta cerrada, Álvaro ha sido ofrecido a varios clubes de Segunda división, pero no ha aceptado marcharse. Se ha mantenido tajante en su decisión y está trabajando en solitario en la ciudad deportiva.
Como solución de urgencia, Antonio Cordón optó por ofrecer una rescisión de contrato, abonando uno de los dos años de contrato que había firmado. Por el momento, el jugador no contestó entonces y ahora no se espera que lo acepte, aunque pudiera quedarse todo el curso en la grada. El Sevilla hará un último intento y no se descarta que suba su propuesta algo más. Necesita el club que libere su ficha para nuevas incorporaciones, pese al perjuicio de abonarle un finiquito millonario.
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