Otro verano agitado, y largo, para Monchi y su equipo

Y es que el mercado estival está condicionado este año sobremanera. Primero, por la evidente crisis económica generada por la Covid-19, que ha afectado a nivel global a los clubes en sus economías por la falta de presencia de aficionados en los estadios, los ingresos de los abonos y la merma publicitaria. Lo único que puede moverlo es el conocido efecto dominó. Si un club grande hace un gran desembolso por un jugador, el club afectado va a por otro para reemplazarlo y así empieza a generarse dinero en circulación y los fichajes caen en cascada. En el Sevilla, el propio Monchi dejaba claro ayer en una charla que « posiblemente no sea el mejor momento, la venta de jugadores nos da la gasolina y el mercado está parado. Hay que intentarlo por lo menos Hay que tener paciencia porque el verano es muy largo; hay Eurocopa, Copa América, Juegos Olímpicos... Va a ser un mercado de mucha exigencia y mucha imaginación».

Ese segundo aspecto que apuntaba el director deportivo del Sevilla también resulta determinante. En veranos con grandes torneos como Eurocopa o Mundial los agentes y los clubes aguantan un poco a la hora de vender a sus valores para, en el caso de que su jugador destaque en semejante escaparate, revalorizarlos y sacar más tajadas por ellos. En el equipo sevillista hay algunos jugadores en esta situación. Koundé o De Jong juegan con sus países en la Eurocopa, mientras que otros como Lucas Ocampos o Marcos Acuña disputan la Copa América ( Papu Gómez también pero recién llegado no va a salir del Sevilla), y todos ellos son susceptibles de que lleguen ofertas y sean escuchadas por la entidad si son convincentes para tener más ingresos para ir al mercado a por los objetivos apuntados en la dirección deportiva. Como reemplazo de De Jong sonó en las últimas horas el delantero del Alavés Joselu , pero en el Sevilla no contemplan hacerse con el ariete del equipo babazorro sino ir a por un perfil mayor y con mejor revalorización

Por el momento, el Sevilla tiene confirmados cuatro huecos en su plantilla a los que debe encontrarle acomodo. Con Dmitrovic cubriendo a Vaclik, resta por ver qué ocurre con las marchas del club de Franco Vázquez, Sergio Escudero y Aleix Vidal . Para este último podría entrar Alejandro Pozo , cedido este año en el Eibar junto a Bryan Gil , que también podría ocupar una vacante de la plantilla. Además, en el club deben tener en cuenta a los canteranos de cara a la confección de la lista para la Liga Europa, asunto siempre complejo si la plantilla es larga. Sin embargo, debe valorar el técnico y la dirección deportiva si ambos son esos jugadores que van a elevar el nivel de un plantel que se quedó a las puertas de la lucha por LaLiga y que quiere alcanzar los cuartos de final de la Liga de Campeones. Luego estarán otras demarcaciones que puedan reforzarse como el central o el mediocentro, aunque ahí dependerá aún más de la marcha de alguno de los que ya está como Gnagnon , Sergi Gómez o Gudelj, o de los que vuelven como Rony Lopes, Amadou o Juan Soriano . «Tenemos que ir con pies de plomo. Estamos en unos momentos en los que ya nos podemos equivocar poco porque ya no hay mucho margen, ya estamos muy cerca de la élite, élite. Estamos trabajando bien y soy optimista», señalaba Monchi.

Sea como fuere, en el club están en un momento del mercado en el que están cotejando los informes obtenidos por los ojeadores del club, de tinte más subjetivo, con los que les ofrece el departamento de análisis de datos en el que tanto ha incidido Monchi en su implantación en el Sevilla para definir con el menor margen de error posible el futbolista a contratar. Una tarea que exige también paciencia, ya que las contrataciones, este año más que ninguno de los anteriores, vendrán condicionadas a un verano que se antoja de tardío proceder y de mucho negociar. «La idea la temporada que viene es dar ese pasito más, pero será difícil». Monchi lo tiene claro.