Saturación en el centro de la defensa

Y es que a 28 de junio, el Sevilla tiene en su plantilla a hasta ocho futbolistas que ocupan esta demarcación . A los cinco con los que ya se concluyó la pasada temporada ( Badé, Marcao, Nianzou, Rekik y Gudelj ) hay que añadir al argentino Gattoni y a los dos canteranos Kike Salas y José Ángel Carmona que, fueron relevantes con el primer equipo durante un tramo de la pasada temporada antes de salir cedidos en enero al Tenerife y el Elche respectivamente.

El Sevilla ya ha realizado dos fichajes de cara a la próxima temporada en esta posición. Primero se firmó a Gattoni en febrero dejándolo como cedido en San Lorenzo , y después, una vez concluyó la temporada, se ejecutó la opción de compra sobre Loïc Badé . Dos entradas y ninguna salida por el momento con ocho futbolistas a disposición de José Luis Mendilibar para dos posiciones ya que el técnico vasco ha demostrado durante su carrera que suele componer sus defensas con dos centrales y no tres.

Jugadores como Gudelj, Carmona o Rekik también tienen capacidad para emplearse en otras demarcaciones. El Sevilla la pasada temporada tuvo numerosos problemas para encontrar una pareja de centrales con continuidad y nivel adecuado para el club . Cuando no fueron las lesiones las que lo impidieron fue, precisamente, el nivel mostrado por algunos jugadores lo que evidenció carencias en esta parcela. Precisamente por ello, Gudelj, que durante su carrera ha jugado más como pivote, apenas participó en la 22-23 en la medular y se afianzó como central titular junto a Badé sobre todo en el tramo final de la temporada. El pasado lunes el propio Gudelj ya dejó la puerta abierta a seguir contando para el técnico como central si así lo cree oportuno.

Dos de los jugadores anteriormente mencionados (Badé y Gudelj) está garantizado que formarán parte de la plantilla cuando cierre el mercado de fichajes. Gattoni tampoco apunta a salir por la apuesta que ha significado para el club, aunque los mismos argumentos se podrían utilizar para Marcao y Nianzou que supusieron importantes desembolsos el pasado verano para suplir a Diego Carlos y Koundé. Lo único cierto es que todos no caben y Víctor Orta tendrá que comenzar a gestionar las bajas en este sentido ya sea en forma de traspaso, rescisión de contrato o cesión. A Kike Salas y José Ángel Carmona, que respondieron en un momento delicado de la pasada campaña y que han ganado en experiencia lejos de Nervión, ya se les queda corto el Sevilla Atlético. Con 21 años cada uno, necesitan minutos para seguir creciendo como futbolistas, un requisito que quizás no pueda garantizarle Mendilibar.

Ya sea por haber cerrado una venta provechosa con su previo acierto o por querer mejorar la propia plantilla ante las carencias vistas durante la temporada, el Sevilla ha acudido al mercado en busca de al menos un defensor central prácticamente todos los veranos con contadas excepciones como la que representó el verano de 2021 cuando el club decidió y consiguió retener a Diego Carlos y Koundé pese a las ofertas. En este punto, en el de cerrar fichajes que eleven el nivel del grupo desde el eje de la zaga, el Sevilla ya ha puesto de su parte con más premura de la esperada, ahora es el turno de dejar salir.

El Sevilla ahora mismo cuenta en su plantilla con 34 futbolistas (sin tener en consideración a Pedrosa, cuya incorporación no ha sido oficializada aún). Los futbolistas que regresan de cesión han engrosado esta cifra considerablemente y el club ahora tiene que trabajar en dar salida a muchos de los jugadores que no contarán para el técnico a la vez que se intentan reforzar otras posiciones para el reto que representa la temporada 23-24. Un verdadero puzle del que el nuevo director deportivo tendrá que salir airoso y que tendrá su miga en el eje de la defensa.