Rafa Mir, el final de un largo culebrón

El mayor escollo que ha existido entre ambas entidades son los detalles económicos, puesto que Mir no es precisamente un jugador barato. El delantero percibe un sueldo de casi cuatro millones de euros brutos anuales y cuenta con una amortización que roza los 2,5 millones. El Valencia no estaba dispuesto el año pasado a pagar la totalidad del sueldo del jugador, aunque sí un porcentaje alto. No obstante, los valencianistas se negaban a asumir la amortización. Esto paralizó la negociación en verano, una operación que volvería a reabrirse en enero con catastróficos resultados.

El circo que protagonizaron ambos clubes de la liga española en enero fue mayúsculo, pero la principal víctima que dejaron fue el propio Rafa Mir, que pasó de jugar poco a no entrar en las convocatorias de Quique Sánchez Flores durante la segunda vuelta de la competición liguera. Las negociaciones del pasado mercado de invierno dejaron tocadas las relaciones entre ambos clubes, que se acusaban mutuamente de haber boicoteado la operación. Por un lado, Miguel Ángel Corona, director deportivo del Valencia, aseguraba que el Sevilla había modificado las condiciones económicas del trato. Mientras que Víctor Orta explicó al cierre del mercado que el Valencia dejó de responder antes de firmar el pacto definitivo.

No obstante, Sevilla y Valencia estaban destinados a entenderse en un futuro, puesto que el deseo de Rubén Baraja es la de tener a Mir bajo su cargo. No está el club che para desdeñar las peticiones de su entrenador, de ahí que haya vuelto a la carga este verano. El murciano era consciente de que si no era ahora, el Sevilla iba a intentar cerrar una cesión con otro equipo, como por ejemplo el Celta de Vigo que está en busca de un delantero. De ahí que el futbolista haya cogido las riendas de la negociación y haya conseguido un trato que ha satisfecho a todas las partes implicadas.

Así, Rafa Mir se marcha cedido una temporada al Valencia, la operación refleja una opción de compra establecida en los cinco millones de euros, es decir, lo que resta de amortización del jugador. Los valencianistas asumirán el sueldo total del jugador, el cual se ha reducido unos 500.000 euros su sueldo para facilitar el préstamo. No obstante, el Sevilla sí tendrá que asumir los 2,5 millones de euros de su amortización. El club hispalense ha cedido en este punto, teniendo en cuenta la cantidad de asuntos pendientes que tiene por resolver con la pretemporada arrancando mañana en la ciudad deportiva.

Las relaciones con el Valencia siguen tensas. De hecho, el Sevilla era consciente de que Mir estaba negociando en paralelo, pero la llamada de Corona no llegaba. Finalmente, los orgullos se han enterrado y, aunque no perfecta, la operación se ha cerrado con un final satisfactorio para todas las partes. Ahora, el Sevilla sigue trabajando en dar salida al resto de los descartes, mientras trabaja en la incorporación de Sambi Lokonga, la cual parece que se cerrará esta misma semana.