Marcos Alonso, opción para el Sevilla en lugar de Acuña

El lateral, que llegó a ser internacional y recaló en el Barcelona procedente del Chelsea, ha rechazado durante el verano propuestas económicamente interesante esperando un proyecto que verdaderamente colmase sus expectativas. Una de sus predilecciones es mantenerse en España jugando. Eso sí, para acabar como sevillista debe adaptar sus condiciones económicas a la realidad actual de la entidad de Nervión, sumida en una política evidente de recortes. Marcos tendría que rebajar bastante su sueldo en comparación a lo que ha estado recibiendo en las últimas campañas. El Sevilla tiene en estos momentos un margen salarial muy estrecho y no puede permitirse más que lo que exigen las reglas de LaLiga, que vincula los gastos a los ingresos del club. Sin estar en Europa, éstos bajan ostensiblemente.

Con 33 años, Marcos Alonso ha estado las dos últimas temporadas en el Barcelona, aunque allí no ha tenido continuidad por falta de respaldo del entrenador y, sobre todo, por sus problemas físicos, especialmente en la pasada campaña. Al club blaugrana llegó desde la Premier League, en la que había destacado convirtiéndose incluso en internacional. Se trata de un lateral con bastante llegada y recorrido, además de un buen golpeo de pelota. Ha jugado ocasionalmente en el Barcelona de central zurdo, una polivalencia que le vendría muy bien al técnico sevillista, García Pimienta, que no anda precisamente sobrado de centrales y menos de defensas que saquen el balón jugado.

Al Sevilla le une, además, un importante vínculo sentimental, ya que su padre, el ex futbolista ya fallecido Marcos Alonso Peña, fue entrenador de los sevillistas de 1998 al año 2000. El lateral es hijo y nieto de conocidos futbolistas en su época (Marcos, su padre, y 'Marquitos', su abuelo). La dirección deportiva sevillista ve con buenos ojos esta opción para la defensa, aunque trabaja en varios frentes para cubrir la baja de Acuña, siempre con los parámetros económicos reducidos de la actualidad.