EUROPEOS DE BARCELONA
Nuria Fernández explota en dorado
Las chicas del 1.500 dejan un nuevo doblete, con Nuria, oro y Natalia, bronce
Se escapaba el Europeo de Barcelona entre los dedos de los españoles, con un inevitable sabor agrio por el escaso peso del casillero nacional. El 1.500 femenino partía con una vitola parecida a la del masculino. Sin posibilidades materiales de triplete, pero Natalia Rodríguez siempre apunta a llegar la primera. Y Nuria, al acecho, agazapada por si cae algo. Y vaya si cayó. Por fin, la madrileña supo lo que es ser la mejor, subirse a un cajón, y encima, al más alto. Nuria Fernández y Natalia Rodríguez, junto con la plata de Chema Martínez y el bronce de José Luis Blanco en el 3.000 obstáculos salvan, en cierta medida, los muebles locales.
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Arrancaba el 1.500 femenino como siempre. Natalia era la favorita y parecía tenerlo controlado. Por la calle dos, cerquita de la cabeza, al acecho. Y Nuria agazapada. Por la calle uno, cerrada, sin opciones. Nuria nunca es favorita. Pero algo estaba cambiando en la pista azul de Barcelona, tantos fracasos españoles tenían que acabar con la nota espléndida de la nueva campeona continental del 1.500. En la última recta, Nuria fue Marta Domínguez, fue Arturo Casado, y hasta fue Lemaitre, Gay o Bolt. Una triunfadora nata.
Blanco, un bronce de oro
La tarde comenzaba con esperanzas de podio en el estadio olímpico. Mario Pestano se colocaba cuarto con el primer lanzamiento de 64.51. Mientras, Ruth saltaba sin complicación los primeros listones de 1,85 y 1,92, alejando los fantasmas de las alturas de segunda. Arrancaba la final de longitud, y la sorpresa juvenil de Eusebio Cáceres, plantado en la final con la mejor marca de las clasificaciones (8,27), volaba sobre la arena con una prudente 7,92 en su primer intento.
Entretanto, dos franceses salen disparados sorteando los primeros metros de los obstáculos de 3.000. Añeja tradición española en la prueba, y experimentados también sus representantes. Eliseo se quedaba al envite de los galos, y José Luis Blanco se hacía cargo del grupo perseguidor. Los dos de arriba, compatriotas, tiraban simultáneamente y paseaban su superioridad abrumadora amenazando los récords del campeonato. Mekhissi-Benabbad, oro y Thari, plata, superaron esa marca plasmando la nueva del campeón en 8.07 minutos. Nada que objetar. Pero la sexta medalla española aparecía como un aluvión rubio platino. José Luis Blanco se hacía fuerte en los metros finales para agarrar un hueco en el podio de los inalcanzables galos.
Beitia se acerca a los dos metros. La altura que se para lo bueno de lo malo. Supera el 1,95 y a esperar. Algo peor el disco. Mario Pestano por debajo de los 65 metros en cada lanzamiento, y eso no huele a metal. En el 5.000 no hay mucha posibilidad de medalla española, es más cosa de la nacionalizada turca de origen etíope, Elvan Abeylegesse, que después de ganar los 10.000 se quedó con la plata del 5.000.
Y es que la tarde tornaba poco a poco nefasta. Mario Pestano no seguía el tirón, sexto y para casa. Eusebio Cáceres, ni siquiera saltaba al final por un maltrecho tobillo. Aunque sin duda, la decepción se reflejaba en la cara de Ruth Beitia. La cántabra se enfrentaba, en su casa, al listón de 1,97. Fallo a la primera. Fallo a la segunda. Un último fallo a la tercera y se acabó el sueño del metal en aire libre para Ruth. Sexta, y Friedrich y Vlasic a jugarse los puestos de honor, con Emma Green sorprendiendo con plata en discordia. la croata saltó, como era de esperar, por encima de los 2,03.
Plata de Chema en maratón
Algo presagiaba durante la mañana de ayer que Chema Martínez conseguiría sumar una medalla más para España al terminar el maratón. Y es que, además de cómo transcurría la carrera con los españoles en el grupo de arriba, el madrileño acostumbra a encontrar en las citas continentales su mejor estado de forma. Oro en Múnich 2002 sobre la prueba de los 10.000 metros, y plata en Gotemburgo 2006 en similar evento. Ayer, Chema Martínez, se colgaba a los 38 años de edad, su tercera medalla en un Europeo, después de una carrera gestionada con la experiencia de un atleta asiduo en los pronósticos de metal. El suizo Röthlin, después de superar una grave enfermedad que le mantuvo seis meses fuera de la competición, fue el único más rápido que Martínez, con un tiempo de 2:15.31 horas. Además, Pablo Villalobos y Rafael Iglesias, quinto y sexto, completaron una actuación española formidable.
El Campeonato de Europa echa el telón en la Ciudad Condal, con más sombras que luces en el panorama local, y deja con un sabor agrio a la delegación española, bastante lejos de las quince medallas de Múnich'02 e incluso de las once del último Europeo de Gotemburgo'06.
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