trial
Toni Bou, el piloto infatigable
El catalán aumenta la cosecha de títulos mundiales a 34 (17 al aire libre, 17 bajo techo) sin que se le atisbe fecha de caducidad sino una perenne persecución de su mejor yo
Toni Bou: «Para un deportista la confianza es la parte más importante»
Madrid
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEstán las 50 medallas internacionales consecutivas de Sandra Sánchez en kárate en cinco años, y los 38 títulos, de momento, del Barcelona de balonmano en competiciones nacionales desde 2013 (10 ligas, 9 Copas del Rey, 10 Copas Asobal y 9 ... Supercopas de España. Y está Toni Bou (Piera, 1986), que añade la dificultad de ganar dos títulos mundiales de trial en paralelo (bajo techo y al aire libre) desde hace 17 años. Sumó el pasado fin de semana el campeonato 17 bajo techo, el 34 en total. Como si nada. Y no es el final.
Es Toni Bou un deportista infatigable, a la hora de levantar trofeos y, sobre todo, en la búsqueda de su mejor versión. Indiscutible campeón desde 2007, a sus 37 años ha ganado arrugas, cicatrices, medallas y experiencia, y quizá haya perdido algo de chispa, dice él, pero poco. Lo suficiente para saber que aún puede ser mejor; apenas un resquicio por el que todavía no se han podido introducir sus rivales. Esos que, reitera, son más jóvenes y le van poniendo en problemas cada vez más agudos. Esos que, subraya, lo hacen seguir a la vanguardia en sí mismo y de su deporte.
«Para mejorar tienes que luchar contra ti mismo. Siempre. Pero también me fijo mucho en los rivales y en cómo evolucionan. Me hacen estar más motivado, y con más ganas de querer ser mejor todavía», presenta intenciones en su charla con ABC. No es baladí porque su deporte es cada vez más físico. «Va todo más al límite, paredes más altas, más espectáculo, más extremo, como todos los deportes». Se necesita más energía, esa que Bou, diez años mayor que el segundo clasificado, ha aprendido a dominar: «Pasé una época muy mala de lesiones: no acababa una y empezaba con otra, pero estos dos últimos años han sido muy buenos y se nota». No recuerda todas las lesiones -«han sido muchas»-, pero sí las más importantes. Sobre todo esas vértebras fracturadas que lo dejaron inmóvil un tiempo. «No podía levantarme de la cama ni mover la pierna. Me asusté cuando hablé con los médicos. Pero se me pasó rápido: vi que podría volver. Ser positivo ayuda».
El trial es físico, pero también muy mental, y ahí entra otro factor que define a Bou: encontrar soluciones. «Nuestro deporte es de precisión, de no fallar. Un despiste pequeño te deja fuera de una segunda ronda, o de una final. Si cometes un error, hay que corregirlo rápido. Tienes opción de un fallo, pero normalmente no tienes opción de dos». Es lo que le gusta, una carrera complicada, que pueda fallar y corregirse. «Cuando ves que puedes mostrar todo lo que entrenas, me siento más cómodo. Y lucho sin tantos nervios porque sé que solo tengo que dar el cien por cien». Solo. El ejercicio mental lo hace siempre encima de la moto, donde es Toni Bou campeón del mundo. Sabe cómo arañar tiempo al tiempo para que los cinco minutos que dura cada actuación -en indoor- sean los más efectivos posibles: «Cuanto más rápido puedas pasar por los sitios fáciles, más tiempo tendrás en los difíciles». Y para entrenar reflejos y activación, el pádel: «Me encantan todos los deportes, sobre todo los de riesgo, pero no los puedo practicar tanto. El pádel es menos lesivo y me ayuda a concentrarme. Hay que estar atento todo en todo el punto».
Las dos caras de Bou
Si en la moto es «perfeccionista y obsesivo», un piloto con «mucha personalidad, sin dudas y con las ideas muy claras», fuera es Toni, un chico inquieto y despistado que adoraba su bici de trial. «Mi madre es profesora, así que era difícil escaquearme de los estudios. Pero siempre me han apoyado, no porque llegara lejos, sino porque veían que era mi pasión». Una pasión con la que ha superado sus expectativas: «Te engañaría si digo que me falta algo por cumplir. He logrado mucho más de lo que planificas en cualquier sueño perfecto. Más que esto es imposible. La meta ahora es disfrutar», dice el Bou de 37 años, como aquel de 12.
Mientras la sociedad impone un cambio de aires y un salir de la zona de confort, Bou reivindica ser el mejor en lo que no sabe hacer mejor: «Cuando te va muy bien haciendo lo que más te gusta... es complicarte la vida. Nada me llena tanto como para hacer tantas horas como dedico al trial». Ni siquiera el Dakar, por ahora.
Sabe que llegará el declive, pero dice estar preparado. «Es una parte muy complicada del deporte y por eso hay tantos deportistas que sufren tanto. Se te pasa mucho por la cabeza. Pero he tenido tiempo para pensar en ello. Psicológicamente estoy muy preparado. Sé que lo que vivo no es para nada normal. Por eso disfruto tanto». Toni Bou es trial.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete