MotoGP
Márquez se entrena para ganar y para perder: «Sé que un día llegará»
El piloto asume que llegará un día en que no ganará, pero aprovecha la buena inercia cuanto puede, con su sexto doblete consecutivo y con más ventaja en el Mundial
Márquez tiene prisa por ser campeón
Márquez, en el adelantamiento a Bezzecchi
Sabe Marc Márquez que algún día no ganará. Le ocurrió en ese mágico 2013, incluso en ese especial 2014 con diez victorias consecutivas; y, sobre todo, en aquel 2020 con una lesión que lo enfrentó a la cruz del deporte cuando todo había sido ... cara. En este 2025 sabe que aparecerá ese mal día, pero por el momento, ¿por qué no aprovechar cuando la moto, la confianza, las ganas y la experiencia lo llevan a surcar los circuitos con viento a favor? Se corona en Austria, donde rompe el maleficio, y da un paso de gigante hacia el título con su sexto doblete seguido.
Un triunfo que llegó por velocidad, paciencia, calculadora, conocimiento de la moto y del asfalto y de sí mismo, sobre todo de sí mismo. Salía cuarto, pero en unos metros ya era tercero, a cara de perro con su compañero Francesco Bagnaia, que acabó octavo en otro fin de semana sin alegrías en ese lado del garaje. Aguantó la ligereza de Marco Bezzecchi, que defendió con todo la primera posición, y manejó los problemas con los neumáticos para que no se degradaran demasiado rápido. Y, además, supo morderse la lengua para no arriesgar algo que podía conseguir de otra manera, con más freno que acelerador en algunas vueltas, con más cabeza que corazón en otras. «Tenía planificado un inicio de carrera más lento. Al salir tercero, he visto que Bezzecchi estaba empujando y yo no sabía cómo llegaríamos de neumáticos. Pero no quería dejarlo ir más de un segundo y medio, porque luego hubiera sido muy difícil de recuperar esa distancia. He intentado ir a por él, me he ido atrás, lo he intentado de nuevo, me he vuelto a ir atrás porque era muy arriesgado y he preferido esperar. Estaba forzando mucho el neumático trasero; en las últimas vueltas íbamos patinando incluso en las rectas», explicaba el ilerdense, contentísimo a pesar de la dificultad de la empresa, con dedicatoria a la familia de Pau Alsina, el piloto de 17 años fallecido en julio en un entrenamiento.
Aprender de todos
Controlado Bezzecchi y el deslizamiento, olvidadas todas las batallas de detrás, como la de Pedro Acosta, que acabó rozando el podio, o la infructuosa de su hermano Álex, que no le valió la segunda plaza en parrilla y terminó devorado y en la décima posición, al final un competidor que no esperaba, un Fermín Aldeguer con más rendimiento que todos los demás, y que ya había sido muy rápido durante todo el fin de semana. Pero no le llegó para atrapar a Márquez. Este Márquez que explica su dominio este curso con actos sobre el asfalto y palabras como estas ya sin el casco: «Fermín ha llegado con un grandísimo ritmo, era el que más guardaba el neumático y creo que ha sido clave, porque su segunda parte era rapidísima. Hay que analizar qué ha hecho bien». Observar, aprender, estudiar lo que los demás hacen mejor para adaptarlo a sí mismo y seguir progresando.
No solo activa el aprendizaje técnico, mecánico, de prestaciones de la moto. También está construyendo un piloto mejor con un trabajo mental que explicó así ante la inevitable pregunta de cuándo podrá ser campeón: «Seguimos con la misma mentalidad. Es estupendo volver del parón con otro pleno, ayuda mucho. Estamos muy cómodos y con una inercia muy buena. Y estoy muy contento con esta victoria en este circuito en el que me he encontrado superbién. De todas las derrotas que he tenido aquí se aprende. Pero quedan nueve carreras. Luego quedarán ocho. Lo importante es seguir sumando y entender los límites. Al ir con tanta buena inercia me costará aceptar el día que no se pueda ganar, que llegará. Estoy trabajando eso mentalmente. Pero mientras dure hay que aprovechar».
Hasta que ese día llegue, Márquez luce sonrisa y números de vértigo. Sexto doblete consecutivo, décima victoria en domingo –en el gran premio número mil del Mundial–; la mejor racha de su carrera desde aquellas diez alegrías seguidas en 2014. Triunfo 71 en MotoGP y el 97 en todas las categorías. Y un salto hacia el título de los grandes, pues son ya 142 puntos de distancia con Álex Márquez, y 197 con Pecco Bagnaia, unos cuatro grandes premios de colchón. A falta de nueve. Próxima semana, a estrenar circuito en Hungría. Y eso siempre le va de maravilla.