Márquez manda a ciegas

Es el caso de este trazado diseñado por Jarno Frazzelli, cuyo puesta en escena tenía estos días mosqueados a los pilotos. Tan acostumbrados a tener todo milimetrado en cada prueba, la ausencia de referencias no les gusta y lo de ayer fue un salto al vacío. A lo desconocido. Los únicos que habían podido rodar allí habían sido Bautista y Barberá, invitados a los test de homologación del año pasado, pero el resto salieron al asfalto sin pistas.

La primera toma de contacto fue cauta y ahí Márquez fue el mejor . A descaro no le gana nadie y, aunque en principio el trazado se adaptaba mejor a la Yamaha, el líder del Mundial demostró que hoy por hoy es difícil hacerle frente.

El piloto español disfrutó escudriñando cada metro del circuito hasta hacerlo suyo. «Me gusta buscar los límites», apuntaba feliz el líder del Mundial, que aventajó en más de un segundo a todos sus rivales en los primeros libres. El de Honda se está especializando en circuitos nuevos. En Austin, hace un año, también fue mejor sobre una pista desconocida. Parece que disfruta a ciegas como ninguno.

Él fue el único capaz de bajar de 1:40 en una pista en la que los más optimistas, como el diseñador del circuito, creen que hay que hacer tiempos por debajo de 1:35. «Está zumbado», broméo Márquez acerca de la rebaja de cuatro segundos de cara a la clasificación de hoy (19.10 horas), aunque luego no descartó acercarse a esos tiempos. El gran problema para lograrlos será el desgaste de los neumáticos, preocupación principal de los pilotos —en la que coincidía Lorenzo— en una pista abrasiva pero muy atractiva para todos ellos.

"Esta mañana estaba más preocupado por la degradación de neumáticos, pero por la tarde ya eran más constantes", aseguraba Márquez, superior durante la segunda tanda de entrenamientos y confiado para la clasificación.

En el box de al lado, Lorenzo se mantenía resignado, como en las dos primeras carreras. Tras un buen arranque de la jornada, en la que marcó el mejor tiempo de los primeros libres, el balear optó por reservar los neumáticos nuevos para hoy y advirtió de la preocupante degradación de la parte de atrás. "El asfalto es muy abrasivo. Según van pasando las vueltas, es como pilotar en agua. Va a ser una carrera de malabarismos, en la que saldrá beneficiado el que mejor sepa mantener los neumáticos", apuntó Lorenzo, visiblemente preocupado por la situación.