Jack Miller le roba la victoria a Álex Márquez

Comenzó el Mundial. Primeros aspirantes y primeras apuestas. En la carrera inicial todo son dudas, incógnitas de cómo llegan los pilotos, de cómo acuden las motos, de cómo se acomodan a las nuevas normas. Pero no se perdió la adrenalina del semáforo y la emoción de Moto3, las más caótica, las más cercana en tiempos. Así volvió a suceder en Qatar. Rins lideraba la parrilla de salida, pero fue engullido en los primeros metros, tanta era el hambre de todos los nuevos estudiantes. Pero las Honda reclamaron su mejora para este 2014 y fue Álex Márquez el que tiró hacia delante perseguido o perseguidor de Jack Miller. La KTM se mostró potente y segura. Por lo que se vivió un gran duelo entre el español y el australiano mientras el resto del grupo se quedaba luchando por la tercera posición.

Así continuó gran parte de la crarrera, pero Moto3 es sinónimo de uys y de cambios de líder en cada curva. Nada estaba dicho porque Rins, que remontó hasta los puestos de cabeza, se jugaba el tipo ora con Efrén Vázquez, ora con Oliveira. A falta de tres vueltas los tiempos se apretaron. Los neumáticos, desgastados por el esfuerzo, pasaban factura en las máquinas y en los pilotos. Los dedos cruzados de Juliá Márquez se torcieron en la última vuelta, tan cerca el triunfo en el primer Gran Premio de la temporada que pesó el apellido y en una recta, el pequeño de los Márquez se equivocó y regaló la victoria a Miller. El australiano no desaprovechó la oportunidad para correr los últimos metros con las ansias de un primer puesto y la foto principal dando alas a la moto.

El primer himno de la temporada en Moto3 suena para él. Primero que no es español desde Valencia 2012. Márquez se consuela con el segundo puesto —«Cometimos un error, pero es una buena posición»—, y Efrén Vázquez celebra como nadie el bronce, después de dos años y medio sin levantar los brazos sobre un podio.