Dani Pedrosa: «Tenemos que concentrarnos hasta en descansar»

—A pesar del frío y la lluvia tiene muy buenos recuerdos de Motorland.

—Sí, es un circuito moderno, bonito, con el asfalto en buenas condiciones, y con un trazado difícil por partes, pero en el que se disfruta y en el que he hecho grandes carreras. Los aficionados españoles también ayudan mucho.

—¿Se nota jugar en casa?

—Claro, es muy diferente, te sientes muy arropado. En otros grandes premios desde el viernes ya está todo a tope, aquí cuesta un poco más, pero se nota. El año pasado hacía mucho frío, pero ahí estaban, en la grada, aguantando, y lo notas en pista.

—¿Son conscientes de que ustedes suponen una alegría cada domingo?

—Sí, por supuesto. Antes de que yo pensara en las motos había uno, dos, quizá tres pilotos españoles. Cuando ya comencé a seguirlas, había otros dos o tres. Pero era algo puntual y, sobre todo, de privilegiados. Yo soñaba con las carreras que ellos vivían y ahora es al revés, yo vivo un tiempo que ellos no pudieron disfrutar.

—Parece que las victorias y los podios españoles son lo normal.

—Ha habido un gran trabajo detrás. Y la sensación de que la puerta ya estaba abierta. Ver lo que ellos lograron te daba más y esperanzas para ver que tú también lo puedes hacer.

—Pero seguirá siendo difícil estar tan arriba siempre.

—Hay toda una vida detrás de cada carrera. Y no solo la tuya, sino la de todos los que te acompañan. Para que uno triunfe tiene que entrenarse mucho, pero hay otros factores que se juntan para que pueda pasar.

—¿Siente que este Mundial está siendo bueno para usted?

—Depende de lo que consideres bueno. Si el éxito es ganar carreras o conseguir objetivos personales.

—¿Qué admira o adquiriría si pudiera de Lorenzo, Rossi y Márquez?

—De Jorge, su búsqueda constante de mejorar;de Valentino, la forma en que ha gestionado su persona y cómo se ha adaptado a los cambios que ha sufrido el motociclismo;y de Marc, su espontaneidad, su punto de locura.

—¿Tienen tiempo para divertirse durante un Gran Premio?

—Entre atender a la prensa, los entrenamientos y analizar cada resultado, no mucho, casi todo el tiempo tienes que estar concentrado en algo, incluso en descansar.

—¿La experiencia le ha quitado todos los nervios?

—En absoluto, porque cada carrera es distinta a otra, cada día es diferente y tienes que adaptarte. Los nervios en el semáforo no se van nunca.

—Entonces no pregunto por cómo ve la carrera del domingo, en su 28 cumpleaños.

—Todos lo preguntan y es muy difícil responder. Influyen mil cosas. Haré todo lo posible por hacer una buena actuación, eso sí.

—¿Cómo se quita la presión?

—Con actividades que me diviertan y me den energía. Estás ante un equipo, patrocinadores, seguidores… hay muchas cosas en juego que suben la exigencia, aparte de la que tú te impones. Es bueno hacer lo que te gusta.

—¿Como qué?

—Mi afición favorita es el windsurf, pero no puedo practicarlo mucho.

—¿No le van los videojuegos?

—Antes sí que jugaba mucho, ahora no tanto, aunque si me pones un simulador de coches...