Victoria de Rins in extremis

La presión de los dos españoles de cabeza quizá fue lo que pudo con Folger, que en la octava curva de la tercera vuelta terminó por los suelos en una caída muy dura de la que, sin embargo, no parece haber sufrido lesiones graves después de que le realizaran un scanner.

Con la carrera despejada para Viñales y Rins, los dos pilotos se encargaron de hacer una estrategia conjunta en la que no dejaron acercarse a nadie, aunque tampoco quisieron arriesgar. Solo Álex Márquez, que salió como una exhalación en la primera parte de la carrera, fue recortando distancias con los dos líderes de la carrera. Solo apaciguó los ánimos cuando desde su equipo le llegaron órdenes de que se mantuviera constante en la tercera posición porque no iba a ser capaz de alcanzar a los primeros.

Siempre se mantuvo Viñales por delante, vigilando constantemente a su rival que probó fortuna a tres vueltas para la meta. Su adelantamiento solo le duró dos curvas y esperó. Ya sabía dónde hacerle daño. Aguantó hasta las dos últimas curvas del circuito y se decidió por fin. La estrategia de Rins fue perfecta porque cerró inmediatamente los huecos en la última curva y Viñales no pudo superarle.

Fuera de los puestos de cabeza, la guerra continuó por el cuarto puesto. Fue Luis Salom, líder del Mundial quien consiguió esa posición gracias a una gran remontada desde la décima plaza desde la que salió. La defensa del cuarto puesto fue durísima, y tuvo que aguantar los adelantamientos de Khairuddin y Miller en diversas fases del trazado, pero el mallorquín demostró por qué lidera el campeonato y aguantó los puntos del cuarto puesto en su poder.

También la presión pudo con Luca Marini. Bajo la mirada atenta de su hermanastro por parte de madre, Valentino Rossi, Marini no pudo controlar la moto en la segunda curva tras la salida y se fue al suelo. Con las manos en la cabeza por la decepción, el piloto buscará una nueva oportunidad de seguir los pasos de su hermano en la próxima carrera.