Turki Al-Sheikh, el 'rey Midas' que hace posible lo imposible en el boxeo
Es conocido en España por ser el dueño de la UD Almería, pero el ministro saudí tiene otro propósito en la vida: cambiar para siempre el noble arte a golpe de talonario
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Verano de 2019. Un jeque saudí, todavía desconocido en nuestro país, irrumpe en el sur de España para adquirir la Unión Deportiva Almería, un modesto club de fútbol que ha llegado a bregarse en la Primera División española, por unos 20 millones de euros. Es ... un asesor de la Corte Real del Reino de Arabia Saudí, con rango de ministro, e incluso preside la Autoridad General de Entretenimiento por Real Decreto, pero se deja ver 'de corto', con su camiseta rojiblanca a cuestas, paseando tranquilamente por las calles almerienses. Su estrategia para poner en el mapa al país arábigo que representa, a través del deporte, acaba de comenzar. Y muy pocos lo imaginan pero, en el fondo, su objetivo es otro, y atraviesa por su mayor pasión: cambiar para siempre la industria del boxeo a golpe de talonario.
Para entender qué es lo quiere hacer (y está logrando) Turki Al-Sheikh, primero hay que aterrizar su personaje. El jeque, denominado como el 'rey del ocio' saudí, se graduó en Ciencias de la Seguridad en 2001 y, además, cuenta con formación en criminología, investigación y gestión del riesgo. Y este último punto, aunque desde su visión quizá sea más sencillo por los ceros que reposan en sus cuentas bancarias, es el que mejor está explotando. Mientras acaba de cerrar la venta del equipo andaluz, Turki está logrando hacer posible lo imposible: organizar los mejores combates a nivel mundial en el noble arte, como los dos campeonatos del mundo entre dos superestrellas de las dieciséis cuerdas, Tyson Fury y Oleksander Usyk o la pelea entre Saúl 'Canelo' Álvarez y Terence Crawford.
Todo ello lo está logrando estampado en su sello deportivo, Riyahd Season, una entidad impulsada por el promotor para llevar a Arabia Saudí los mejores eventos deportivos del planeta, como el Rally Dakar, la Supercopa de España de fútbol, el Gran Premio de Fórmula 1 o la UFC. «Ha sido el motor del programa Saudi Vision 2030, a través del cual buscaban impulsar el turismo y el nombre del país a través de la industria del entretenimiento y de Riyahd Season, un ambicioso programa con el que desde 2019 empezaron a llevar a la capital saudí grandes conciertos, torneos de tenis y partidos de fútbol», precisa el experto en boxeo de Eurosport Jorge Lera. Entra en este mundo, dice, porque entiende que en el mundo del deporte no hay nada comparable a los grandes combates, sobre todo en el peso pesado.
Y es que la realidad es que los grandes campeonatos del peso pesado han paralizado el mundo desde hace más de un siglo. «Dempsey metía más de 100.000 espectadores en un estadio, Joe Louis, Rocky Marciano eran tan populares como el presidente de los Estados Unidos. Muhammad Ali ha sido el deportista más importante y de mayor impacto sociopolítico de todos los tiempos. Y más recientemente, Turki veía como Tyson Fury era capaz de vender todo el aforo del estadio de Wembley en cuestión de horas. Era imposible que se resistiese a organizar los combates más grandes. Pero es que, además, se nota que le gusta, lo entiende y que conoce su historia», continúa exponiendo Jorge Lera.
En un momento donde los pleitos que hacen historia, esto es, los combates entre las mayores superestrellas, parecían ser imposibles y se acababan escapando, llegó Turki y, a golpe de talonario, de componer montañas inimaginables de billetes, está logrando cerrarlos. Su primer evento fue en octubre de 2023, a través de Riyahd Season, con el insólito y sorprendente duelo entre Tyson Fury, campeón mundial de boxeo, y Francis Ngannou, campeón mundial de artes marciales mixtas. Luego vendrían los combates de Anthony Joshua con Wallin y Ngannou o los dos campeonatos unificados entre Fury y Usyk. Todos combates de máximo perfil.
Con la llegada del catalogado por muchos como 'rey Midas' de la actualidad en el noble arte, era inevitable que los aficionados se preguntaran si este era su salvador, el hombre que transformaría la industria en horas bajas. Y si esto solo se trataba de blanquear, mediante petrodólares, la imagen de Arabia Saudí a nivel internacional. «Creo que, con su buena dosis de megalomanía bien entendida, Turki se siente el salvador del boxeo y quiere dejar un legado. Yo siempre he pensado al verle actuar que está haciendo exactamente las mismas cosas que yo, como apasionado recalcitrante, haría si tuviese su dinero. Cuando fue capaz de organizar el combate entre Tyson Fury y Oleksandr Usyk logró algo que llevábamos ansiando durante décadas», apunta el experto de Eurosport.
Existe otra perspectiva con la que este jeque saudí de 43 años quiere terminar, y es el arabesco que supone tratar de perseguir quién es el campeón real dentro de una disciplina con tantas organizaciones impulsando cinturones mundiales. Y si algo nos consta es que a Turki no le tiembla la mano para dirigir, ni tampoco para contar el dinero.
«El boxeo es un deporte inmenso y que lleva más de un siglo paralizando el planeta. Hasta hace no mucho, los tres personajes más conocidos y famosos del mundo eran el papa, el presidente de los Estados Unidos y el campeón del peso pesado. Pero el boxeo es, al mismo tiempo, el deporte peor estructurado que existe. Vive en el caos y en el desorden con cuatro organismos a los que con los años les concedieron una legitimidad para reconocer campeones que clarísimamente no se merecen. Los mejores no se enfrentaban entre sí, era imposible seguir una línea de continuidad en los campeones. Y en este caos, con su dinero y su influencia, Turki podría ser el que podría mandar a paseo a los organismos perniciosos y reconocer a los mejores campeones bajo su cinturón centenario de The Ring», analiza Lera.
En su camino por avanzar a pasos agigantados en el boxeo, Turki encontró en Dana White, CEO y presidente de la UFC -la mayor liga de MMA-, su mayor aliado. «Turki sabe que Dana hace bien las cosas y se están ayudando mutuamente», señala el analista. El sueño desde joven del promotor estadounidense era dedicarse al boxeo. Y entre los dos pretenden crear un nuevo concepto, auspiciado por el conocimiento del directivo de UFC y los millones del jeque saudí. Y así, con la pasión por bandera y con su 'kufiya' en la testa, el 'ministro del entretenimiento' está revitalizando el noble arte centenario y se ha convertido en uno de los hombres más influyentes en los deportes de combate. Balones fuera. Guantes para dentro. Que suene la campana. La batalla no ha hecho más que comenzar.
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