Jack Della Maddalena, de pegarse con su hermano detrás de su casa a la cima del mundo
El australiano defenderá su cinturón del peso wélter por primera vez contra Islam Makhachev en el UFC 322
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Jose Soriano
El fracaso es una realidad en todos los ámbitos. A veces llega antes o después, pero de una forma u otra siempre se manifiesta. En el caso de Jack Della Maddalena le vino nada más comenzar su carrera profesional, con dos derrotas consecutivas que hubieran ... hundido a cualquiera. Pero el australiano no es cualquiera. Siguió adelante, llegando a la cima de las artes marciales mixtas (MMA) al proclamarse campeón de la UFC. Ahora, buscará refrendar su estatus defendiendo su cinto contra uno de los mejores atletas de la compañía, Islam Makhachev, quien sube al peso wélter (170 libras o 77, 1 kilos) en busca de su segundo campeonato.
Lejos de tener una infancia sumida en la desgracia o la pobreza, como muchos otros que triunfan en el deporte, la juventud de Della Maddalena fue de lo más normal. Como buen australiano comenzó a jugar al rugby a los ocho años, pero ese no era su único contacto con los deportes. De manera rudimentaria entrenaba de forma improvisada con su hermano en el patio trasero de su casa, donde se peleaban día tras día. A pesar de lo que pudiera parecer, se enfrentaban con un sentido, pues intentaban replicar las técnicas que veían en los combates por la tele. En busca de mejorar su físico para el rugby, e impulsado por su hermano mayor, Jack Della Maddalena empezó en boxeo, pero le bastó mucho para acabar enamorado del deporte. Tras descubrir el Scrappy Gym, donde se entrenaba MMA, Della Maddalena decidió incursionar en la disciplina.
En 2016 debutó como profesional, pero la suerte no estaba de su lado. Cayó derrotado en sus dos primeros duelos. «Fue duro, tío. Es un deporte muy duro. Te dan una paliza, vuelves a casa y tus padres todavía no entienden qué es el MMA, así que te ven llegar hecho polvo. Pero aun así me encantaba competir. Me encantaba el deporte, así que seguí adelante. Luego perdí la segunda pelea y pensé: '¿Por qué estoy haciendo esto?'», reveló el australiano en Main Event TV sobre esos dos tropiezos iniciales. Tras eso, él y su entrenador se fijaron en conseguir 10 victorias y confiar en el proceso. Entrenar cada día, sin fallos. Finalmente, la estrategia dio resultado. De hecho, ha seguido dándolos hasta la actualidad.
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Con una racha de nueve triunfos, en los que se convirtió en campeón de la promotora australiana Eternal MMA, Jack Della Maddalena tuvo su oportunidad en el Dana White' s Contender Series. Era su oportunidad para entrar en la mayor liga del planeta. Tras una encarnizada batalla que provocó la ovación del presidente de la compañía, el australiano recibía su contrato. Su paso por la UFC fue veloz y escandaloso. Con cuatro finalizaciones seguidas, Della Maddalena demostró que había llegado para quedarse. Después le tocó sufrir contra Bassil Hafez y Kevin Holland, haciendo ver que podía alargar los pleitos. Fue entonces cuando llegó su primera prueba de fuego: Gilbert Burns. No fue una pelea sencilla. En el primer asalto, una patada del brasileño rompió el brazo del futuro campeón, quien tuvo que aguantar hasta el final. En última instancia, un rodillazo quebró a Burns, lo que selló su pase al top 5 de la categoría.
Después de estar parado un año, se iba a batir contra el excampeón Leon Edwards, pero hubo un cambio de planes. El entonces campeón, Belal Muhammad, tenía previsto pelear contra Shavkat Rakhmonov, pleito que no pudo realizarse por una lesión del kazajo. Con la división parada y ningún retador a la vista, la oportunidad recayó en el australiano. Se vieron las caras en el UFC 315, en un choque en el que Belal Muhammad, acusado de ser un peleador aburrido, decidió plantarse a boxear contra Della Maddalena. Si bien brindaron un gran combate, la estrategia no funcionó, por lo que después de cinco asaltos, el cinturón fue a parar a las manos del australiano.
Ahora buscará defenderlo contra Islam Makhachev, en una pelea que tendrá en vilo a los aficionados a las MMA. Además, Ilia Topuria estará muy atento a este choque, pues de ahí puede salir uno de sus siguientes objetivos si decide buscar la triple corona. Sea como sea, este duelo es uno de los más emocionantes de este año. Si bien por estilos el ruso parece favorito, no hay que olvidar que estará en una nueva categoría y contra un oponente que ya fue capaz de frenar la lucha de Belal Muhammad.
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