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Además, el Grupo Popular ha registrado una batería de preguntas con las que busca conocer la posición del Gobierno en este asunto. Entre ellas, interpela al Consejo Superior de Deportes y al Ejecutivo por haber permitido llegar a la situación de que una federación autonómica pueda competir de forma independiente, poniendo en riesgo, incluso, la presencia de España en competiciones internacionales.

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Javier Asprón

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La Federación Vasca de pelota fue admitida como miembro de pleno derecho en la Federación Internacional el pasado 28 de diciembre después de una asamblea general en la que votaron solo 7 de los 14 miembros y en la que no se permitió hacerlo a España y Cuba.

La Federación Española presentó un recurso ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo sobre la validez de esa asamblea y de las decisiones allí adoptadas. También pidió amparo al Consejo Superior de Deportes, que es el organismo que debe aprobar, en última instancia, la participación del País Vasco en competiciones internacionales. A la vez, la Federación Internacional amenazó con expulsar a España si no retiraba el recurso ante el TAS.

El Partido Popular preguntará al Gobierno por todo ello, y también por el proceso de mediación entre las partes iniciado hace unas semanas por el CSD. Tras la última reunión la FIPV retiró la amenaza de expulsión que se cernía sobre los pelotaris españoles. Lo hizo justo después de que el secretario de estado para el Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, diera a entender que no pondría trabas a la participación de Euskadi a nivel internacional. Lo hizo en unas polémicas declaraciones, en las que afirmó que «la pelota vasca no es un deporte español en el sentido de que se practique en toda España», obviando que hay 10.000 pelotaris españoles fuera del País Vasco, mayoritariamente en Navarra y La Rioja, pero también en otras diez comunidades.

La preocupación ha crecido en las últimas semanas por el precedente que pueda generar en otros deportes y otras comunidades autónomas.