La marcha española se da un festín en Antalya

Hacía 18 años que el equipo masculino de marcha no lograba el oro por equipos en un Mundial. Lo hizo en Antalya por tercera vez gracias a la colosal actuación en los 20 kilómetros de Paul McGrath, segundo, y de Diego García, tercero. Dos posiciones de podio casi incontestables, bien acompañadas por la octava plaza de Álvaro López. La victoria fue para el sueco Perseus Karlstrom. Por equipos, España se impuso a Japón y a Italia.

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Previamente, el equipo femenino de 20 kilómetros había logrado el bronce por equipos en una prueba en la que tanto Lidia Sánchez-Puebla, octava, como Antía Chamosa, novena, lograron colarse en el top ten. La decimocuarta plaza de Paula Juárez fue suficiente para lograr ese tercer cajón en el podio por equipos. La victoria individual fue para la doble campeona del mundo Kimberly García León, que llevó también a Perú a lograr la plata por equipos. China conquistó el oro gracias a la plata de Zhenxia Ma y el sexto y séptimo lugar, respectivamente, de Haiying Ji y Yuxia Shi.

Pero en Antalya había especial interés en ver la actuación del relevo mixto, la prueba que sustituye a la distancia larga en los Juegos. En Turquía se repartían 22 de las 25 plazas olímpicas, y España acudía con seis atletas. La primera incógnita se resolvió antes de empezar, cuando se hizo oficial la composición de los tres equipos. Se optó por el equilibrio: Cristina Montesinos, con Alberto Amezcua; María Pérez, en su vuelta a la competición tras superar su lesión, con Miguel Ángel López; y Laura García-Caro, con Álvaro Martín.

Desde el principio, éste último se mostró como el equipo más fuerte. El doble campeón del mundo en Budapest se mantuvo en cabeza durante toda la primera posta, y entregó el testigo (en este caso brazalete) a García Caro en la quinta posición. La amenaza de una posible suspensión provocó que la onubense redujese su ritmo y María Pérez se colocó como la mejor española en ese momento. A la granadina no pareció pesarle el largo periodo de inactividad, aunque sí se echó en falta ese plus que le hubiese permitido acercarse a la cabeza, en ese momento en manos de los relevos brasileño y chino.

Con la vuelta de los chicos, Álvaro Martín recuperó el liderato de su equipo entre los españoles, e incluso ascendió a la tercera posición, un puesto de podio que hubiese redondeado una mañana magnífica. Mientras, Miguel Ángel López entregó el testigo a María Pérez en sexta posición, y Amezcua a Montesinos, en octava.

Las cosas se complicaron en los últimos diez kilómetros. García Caro volvió a verse amenazada por las suspensiones y cedió la tercera plaza a Italia, lanzada por Valentina Trapletti, que no solo llegó al podio, sino que acabó dándole el título a Italia con récord del mundo incluido: 2h56:44.

García-Caro recuperó recuperó la tercera plaza en el kilómetro 40, cuando una suspensión a la brasileña Viviane Lyra, líder hasta ese momento, volvía a meter a España en el podio. Japón se hizo con la segunda plaza.

También las suspensiones condenaron las opciones de María Pérez, que debió permanecer en boxes tres minutos cuando marchaba en quinta posición. Finalmente, ella y López entraron en la meta en el décimo puesto. Amezcua y Montesinos lo hicieron en séptima posición. El objetivo de meter esos dos equipos en París era una realidad. Al no ser nominales, será en julio cuando se decida su composición definitiva.

La buena actuación de España se completó con otro oro, el del equipo femenino sub-20, con Aldara Meilán, segunda, y Sofía Santacreu, tercera, en el podio individual. Griselda Serret fue sexta. El equipo masculino sub-20 fue cuarto.