Madrid salta con Jordan Díaz y roza otro récord mundial en las vallas

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Javier Asprón

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El privilegio de abrir la sesión fue para Jordan Díaz, cada vez con más enganche con la afición. El pupilo de Iván Pedroso no ve la hora de que lleguen los Juegos de París, su debut con la camiseta de España, y mientras tanto se entretiene poniendo los dientes largos al personal. En Gallur ganó fácil, con una marca de 17,52. Con solo cuatro saltos. Sin forzar la máquina, que no es cuestión de poner el físico en riesgo porque los isquios siguen molestando. Y con la sensación perenne de que el margen de mejora es incalculable. El hispano-cubano empezó con un nulo, y le daba la risa al comprobar cómo de largo podría haber sido ese primer intento. Apenas es su segunda competición de la temporada después de haber pasado inactivo varios meses, aunque ya en Antequera se fue hasta 17,37, mínima olímpica. Más risas en el segundo, al quedarse en 16,94. Ya era primero, pero ni de lejos era lo que esperaba.

Al tercer intento brincó hasta ese 17,52, inalcanzable ya para el resto de rivales, incluido Teddy Tamgho. El francés, campeón del mundo indoor en 2010 y al aire libre en 2013, vuelve a competir casi con 35 años después de casi un lustro de inactividad. Su objetivo también es llegar a París. Serían los primeros Juegos para él, a quien un calvario de lesiones le impidieron acudir a Londres, Río o Tokio. Por lo visto en Madrid, está lejos de su objetivo. Díaz solo hizo un salto más, hasta 16,99, y enfiló el camino del vestuario con el deber cumplido en el día de su cumpleaños. «Competir ya ha sido un regalo. Podía haber hecho un poco más, pero estoy contento. He saltado con todo lo que tenía. No estoy haciendo mi carrera completa pero he saltado al cien por cien».

Y si Jordan abrió el menú, el postre lo puso Devynne Charlton, que por momentos pareció poder romper su propia marca mundial. Se quedó a una centésima: 7.68. Lo podrá volver a intentar en el Mundial de Glasgow.

En Madrid ya batió el récord mundial de los 60 vallas masculinos Grant Holloway. Fue en 2021 (7.29), un registro que el estadounidense acaba de borrar de los libros al hacer 7.27 en el Convention Center de Albuquerque la semana pasada.

Entre medias, mucho atletismo de calidad. En la cita madrileña hubo varios de los mundialistas que representarán a España la próxima semana. Había morbo en el 800, donde coincidían Mohamed Attaoui y Adrián Ben, los dos hombres que en el Nacional se jugaron acompañar a Mariano García a la cita mundialista. El elegido fue Attaoui, que en Gallur revindicó su plaza imponiéndose de nuevo a Ben en un apretado final entre ambos por la segunda plaza. 1:45.67 para el cántabro. Cinco centésimas más para el gallego, marca personal para él. La carrera se la llevó el italiano Catalin Tecuceanu en 1:45:00. marca mundial del año. Será uno de los grandes rivales de los españoles por el oro planetario en Glasgow.

«La lista es tema del seleccionador. Creo que me lo he ganado, aunque si yo tuviese el palmarés de Adrián pensaría lo mismo que él. Yo estoy contento de que se haya confiado en mí. A Glasgow voy a por todas. Sé que puedo luchar contra cualquiera en cualquier tipo de carrera», dijo Attaoui.

Hubo más. Asier Martínez y Quique Llopis protagonizaron otro de sus apretados duelos en el 60 vallas masculino. La victoria fue para el italiano Lorenzo Simonelli (7.46), con el navarro en segunda posición (7.50) y el valenciano, en tercera (7.51). Ambos siguen rondando la plusmarca nacional.

Y en el 1.500 femenino, donde ganó la también italiana Ludovica Cavalli, hubo doble marca personal para Águeda Marqués y Marta García, las dos representantes en el 3.000 de la próxima semana. La soriana fue tercera.