La LNFS redobla esfuerzos en su apuesta por la profesionalización del fútbol sala

El tiempo es una cuestión clave, pues apremia tanto a los partidarios de esta calificación del futsal como profesional como a sus detractores, pues en verano la LNFS perderá los derechos televisivos de la liga, que al tratarse de un deporte no profesional recaerán en la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), y porque incluso antes, por el camino hay también un tira y afloja judicial que puede resultar crítico para unos y otros, como explicó en su día a ABC el presidente de Peñíscola, Manuel Sierra.

«La Asociación exhorta públicamente al presidente del Consejo Superior de Deportes, José Manuel Franco, a que ofrezca una respuesta a la solicitud presentada oficialmente el pasado 7 de octubre de 2022 ante la Comisión Directiva del CSD para su calificación como profesional, por acuerdo unánime tanto en la Junta Directiva de la Asociación de clubes celebrada el 8 de mayo de 2020 como en la Asamblea del siete de julio de 2022», explicó la LNFS en su nota de prensa posterior.

Después de que la PNL presentada por Javier Merino, del Partido Popular, fuese rechazada el pasado 14 de marzo en la Comisión de Cultura y Deporte del Congreso, la asociación de clubes mostró su disconformidad con los criterios expuestos por los diferentes partidos que votaron en contra y señaló que podría estar produciéndose «un agravio comparativo con otros deportes como el balonmano y el fútbol femenino».

La LNFS insiste en todo momento que la calificación de liga profesional «es un proyecto común, sin ningún matiz ideológico» y que se encuentra «plenamente capacitada, siguiendo el mandato de sus clubes asociados, para formalizar legalmente la solicitud para que el CSD califique al fútbol sala como deporte profesional, al igual que lo hizo la Asociación de Clubes de fútbol femenino que se tradujo en la Liga F y, más tarde, la Asociación de Clubes Españoles de Balonmano con la calificación de la liga ASOBAL como profesional».

Para reforzar su objetivo, la asociación ha compartido recientemente en redes sociales las opiniones de algunos de sus clubes, como el UMA Antequera o el Real Betis, en las que se insiste en sus argumentos.

Durante su última reunión, estos y el resto de clubes que siguen asociados en el seno de la LNFS manifestaron su firme convicción de obtener un dictamen favorable de la dirección general de Alta Competición del CSD tras presentar un extenso informe que recogía al detalle las cifras actuales de retorno económico y mediático que generan la Primera División de fútbol sala y sus clubes.

Pero aunque basándose en que la Primera División del fútbol sala español cumple los requisitos exigidos por la Ley del Deporte en su artículo 46.2 como la existencia de vínculos laborales entre los clubes y deportistas y la importancia y dimensión económica de la competición, son varias las voces dentro de la élite del futsal en este país que claman por la inviabilidad de la medida, pues para muchos clubes sería imposible adaptarse a las exigencias del deporte profesional.

Como explicó en su momento Manuel Sierra, presidente del Peñíscola, «ahora es cierto que con la nueva ley del deporte no hace falta ser una SAD, pero hay unos requisitos que nosotros no cumplimos ni de broma, ojalá los cumpliéramos. Mira la liga Asobal el guantazo que se han dado».

Para este dirigente, que además forma parte del Comité de Fútbol Sala de la RFEF, «hace falta un periodo de adaptación, de fortalecer relaciones laborales… Aquí tenemos nuestras miserias como cualquier deporte, y esas miserias o las solucionamos antes, teniendo a la gente laboralmente en condiciones, o no vamos a ningún sitio. Y eso requiere un tiempo».

Sierra acusó incluso a Javier Lozano, presidente de la LNFS de apostar por la profesionalización por ser su «única vía de escape y de subsistencia personal» antes de que la RFEF termine por controlar completamente el fútbol sala en España, con derechos de televisión incluidos, y aseguró que «profesionalizar de hoy para mañana no es viable»

Sin embargo, los clubes que aún siguen en el seno de la LNFS defienden que la profesionalización es «una reivindicación histórica y una medida necesaria», para lo que tienen previsto seguir implementando una serie de acciones para seguir dándole visibilidad.

El tiempo avanza y el fútbol sala sigue profundamente dividido, lo que está provocando, en palabras del propio Sierra en su entrevista con ABC, que vaya «cuesta abajo y sin frenos». «Esto se va a encarnizar, para unos o para otros, y si al 30 de junio llegamos divididos va a ser un problemón. Yo escucho de la gente que no está en la LNFS que no ve bien que alguien que nos ha planteado una demanda se siente con él y comparta derechos. Mientras que gente que está en la LNFS dice, 'es que si me obligan a ceder mis derechos por ley yo estoy en las mismas condiciones que tú'. Ahí se va a crear un problema que como no lo solventemos antes el lío de la próxima temporada va a ser fuerte, y es una pena».