Atletismo / Maratón de Londres

Kiptum es el nuevo Kipchoge: segunda mejor marca de la historia

Estratosférica carrera del keniano de 23 años. En mujeres, gana la neerlandesa Sifan Hassan.

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Llegada triunfal de Kiptum en el maratón de Londres Reuters

Lluvia fina para bautizar al nuevo rey del maratón, al hombre llamado a marcar la próxima década. Amaneció un frío domingo de primavera en Londres para alumbrar el nacimiento de otro keniano de piernas de ébano y voluntad de hierro, Kelvin Kiptum, 23 años. ... Solo ha corrido dos maratones. Ha ganado los dos.

La esperanza de que se consiguiera un gran crono parecieron desvanecerse al paso por la media maratón. 1h01:40. Un tiempo que apuntaba un registro final por encima de 2h03'. Nada especial para un escenario de lujo como Londres, con un buen circuito, llano, a nivel del mar, en la misma cuna del atletismo.

La carrera había comenzado como un duelo entre Kenia y Etiopía. Un buen puñado de atletas aguantaban en el grupo de cabeza con tres liebres marcando el ritmo. Nueve grados de temperatura (excelente para el maratón) y una lluvia suave que no molestaba demasiado. Kiptum se mostraba siempre muy pendiente de la cabeza, también su compatriota Kipruto, ganador el año pasado en la capital británica. Pero solo el joven Kelvin sabía lo que iba a suceder en el kilómetro 30.

Cuando la última liebre abandonó, cuando apenas quedaban 12 kilómetros para meta, Kelvin Kiptum cambió de ritmo con brusquedad, ni siquiera giró la cabeza. Conocía bien su plan. Descargó uno de esos hachazos que solo pueden protagonizar los atletas que corren contenidos, a ritmos más suaves de los que son capaces de mantener. Su cambio fue tan brutal que, en el tramo final, llegó a hacer kilómetros a 2:43, una auténtica barbaridad, unos ritmos jamás vistos en una maratón.

Kiptum, quien debutó en la distancia el año pasado con una espectacular victoria en Valencia (2h01:53), tuvo aún una tremenda capacidad para llevar a cabo un esprint eléctrico en la recta final. Paró el crono en 2h01:27, el segundo mejor registro de la historia, cerca de los 2h01:09 de Kipchoge, el dios del maratón, el hombre que se va asomando al final de su carrera deportiva, el atleta que se hundió el pasado lunes en Boston hasta acabar séptimo.

Con dos maratones y dos victorias, con ese tremendo final (su segunda mitad en 59:47 es la más rápida de la historia), con su juventud, Kiptum acaba de saltar a la fama en Londres. Se ha convertido en la nueva sensación de Kenia y recibe ya el testigo de Eliud Kipchoge, quien precisamente ha dado la salida de la prueba esta mañana. Suele afirmar Kiptum que se prepara a sí mismo, que no tiene entrenador y que suele salir a correr en solitario, sin la compañía de otros atletas. Lo hace en Chepkorio, un pueblo de Kenia, en pleno Valle del Rift, la cuna de los grandes atletas de su país. Hoy habría batido el récord del mundo si las liebres le hubieran hecho cruzar la media maratón un minuto más rápido.

Tampoco decepcionó la prueba femenina. Hubo sorpresa en el desenlace y otro alumbramiento de una nueva estrella del maratón. La neerlandesa Sifan Hassan, campeona olímpica de 5.000 y 10.000 metros, debutaba en la distancia. «O termino el maratón, o el maratón termina conmigo!», había dicho entre risas esta semana. Antes de que se cumpliera la media maratón, Hassan comenzó a sufrir calambres en el muslo izquierdo. Por sus gestos parecía que fuera a retirarse. Llegó a pararse en dos ocasiones a realizar estiramientos y quedó muy rezagada… pero siguió en carrera.

Hacia el kilómetro 30, la neerlandesa aumentó su ritmo y comprobó cómo el cuarteto de cabeza (dos kenianas y dos etíopes) disminuía su tren como consecuencia del abandono de las liebres. A cinco kilómetros de meta, Hassan consigue dar caza a sus rivales y se une al grupo de cabeza. El final es emocionante. En la recta final, la doble campeona olímpica sacó a relucir su punta de velocidad (es una atleta de 3:51 en 1.500 metros) y dejó atrás con facilidad a Megertu (Etiopía) y Jepchirchir (Kenia) para detener el crono en 2h18:33. Un debut de lujo.

El Maratón de Londres ha marcado también el final de la carrera deportiva de Mo Farah, uno de los grandes atletas de la pasada década. Lejos ya de su mejor forma, el inglés entró en meta noveno, con un crono de 2h10:28. Tiene 40 años. El maratón es implacable. Como el paso del tiempo.

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