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opinión

El extraordinario efecto de los Juegos Olímpicos

Rafael Nadal, durante un partido. efe

pablo andújar

El pasado viernes comenzaron los JJOO de Río de Janeiro, encabezando la expedición española nuestro deportista mas insigne: Rafael Nadal. Precisamente el ejemplo de Rafa es muy representativo de lo que significan unos JJOO para cualquier deportista de elite que se precie. Y es que, para un tenista competir en los juegos despierta sensaciones distintas a las de un torneo normal: no juegas para ti, sino que lo haces para tu país. No se juega cada año, sino cada cuatro y en general la atmósfera que se crea en unos Juegos Olímpicos es especial. Tanto es así, que desde este año, la modalidad de tenis no dará puntos ATP a quien compita y, a pesar de ello, están en liza casi todas las mejores raquetas del mundo. Siento cierta envidia sana por todos aquellos deportistas que allí están compitiendo, poder vivir unos JJOO es algo con lo que todo deportista sueña. No solo en los deportistas, se manifiesta sino en los espectadores. Lo demuestran los hechos: que podamos estar frente a la televisión siguiendo deportes menos mediáticos que los ordinarios; que nos haga la misma ilusión una medalla en fútbol, tenis, o de tiro al arco o que, sobre todo, tengan minutos de gloria en los medios de comunicación deportistas que con los méritos que tienen otros no tienen acceso a los mismos. El deporte que practico nos ha dado grandes momentos. Desde las medallas de Arrese, Arantxa y Conchita; pasando por la plata de Bruguera, el bronce de Costa y Corretja o la medalla de Vivi y Anabel hasta el oro de Nadal en Pekín. Es un honor formar parte de un grupo tan fuerte como el español en tenis, aunque al mismo tiempo sea una pena (hay un máximo de cuatro jugadores por equipo en los JJOO) que haya jugadores españoles del mas alto nivel que si tuvieran otra nacionalidad estarían disputando ahora mismo los JJOO.

Termino dando todo el animo y suerte del mundo a nuestros deportistas en general y a los tenistas en particular, quienes estoy seguro que dejaran el pabellón bien alto no solo con las medallas que traerán a España, sino porque seguro que ensalzarán los valores del deporte y del espíritu olímpico.

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