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Maris Strombergs, del llanto a campeón del Mundo

Conocido como 'La Máquina', no solo es un ejemplo para futuros profesionales de BMX, también lo es para la sociedad

Maris Stromber, en competición.
Maris Stromber, en competición. - Afp

Es raro no ver al letón Maris Strombergs (Valmiera, 10 de marzo de 1987) encima de una BMX pues desde que se montó por primera vez en una bicicleta supo que iba a ser algo especial, aunque le costara llegar a subirse a una. «Cuando vi por primera vez en una BMX, para ver sincero, acabé llorando», afirmó Strombergs tras ganar su segundo oro olímpico consecutivo en los Juegos de Londres 2012.

«Tenía cinco años cuando mi padre me llevó a la pista de BMX y cuando vi todos esos tipos grandes que saltan esos grandes dobles, empecé a llorar». Cuando su padre insistió en que probara le dijo: «De ningún modo». Pero un mes más tarde acabó probando. Él fue quien le mantuvo en el círculo de las BMX trayéndole y llevándole a las carreras. «Gané mi primer campeonato del mundo cuando tenía nueve años –fue el primer campeonato oficial de la Unión de Ciclistas Internacional (UCI) en Inglaterra en 1996– cuando gané la categoría de los varones. Después de eso, obviamente, no había vuelta atrás».

Este ciclista letón ha pasado por todas las categorías a nivel nacional, europeo y mundial antes de que el COI decidiera en 2003 incluir las carreras de BMX como modalidad olímpica para los Juegos de Pekín de 2008. En ese año, Strombergs empezó a escribir su nombre en la historia de las BMX, con 21 años, cuando ganó el título europeo y coronó el Campeonato Mundial en Taiyuan, China. Cinco años más tarde, en el mismo país, se convirtió en el primer campeón de BMX de a historia de los Juegos ganándose el apodo de «La Máquina», apodo que reafirmaría años después.

En 2010 «La Máquina» letona siguió cosechando títulos ganando la Copa del Mundo y un segundo título mundial en Pietermaritzburg, Sudáfrica. Pero no consiguió el hat-trick en el Mundial de 2011 en Copenhague, donde terminó en segundo lugar tras el francés Joris Daudet. Esa derrota no le quitó el puesto como favorito a Strombergs en los Juegos Olímpicos de Londres, pese a las complicaciones que había tenido para pasar las eliminatorias. Finalmente, como se esperaba, consiguió el oro al realizar el recorrido en un tiempo de 37.576.

Tras revalidar su título de campeón olímpico se consagró como un héroe nacional –a su regreso le recibieron miles de personas en las calles de Valmiera–. Como único doble campeón olímpico de la república del Báltico, es muy consciente de la influencia que puede tener en los jóvenes, y regularmente visita escuelas para mostrar a los niños que se pueden llegar a tener una vida como la suya, saludable. Les recuerda cada vez que les ve que con trabajo y perseverancia se puede llegar hasta donde uno quiera. Es un hombre comprometido con la sociedad, pero también disfruta de los pequeños placeres de la vida como una partida de NBA 2K16 en su PS4 o de los paseos con sus dos dobermans junto a su inseparable prometida, Natasha Paulo.

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