Almaz Ayana protagonizó una de las grandes hazañas del atletismo en el debut de este deporte en los Juegos de Río . En la exigente prueba de los 10.000 metros , la enjuta etíope se convirtió en una locomotora humana y ... paró el reloj en unos estratosféricos 29:17.45 , pulverizando el récord que ostentaba la china Wang Junxia desde 1993 (29:31.78). Ayana, que cruzó la línea de meta sin que se le descompusiera el gesto, apunta también al oro en los 5.000, prueba en la que es campeona mundial y poseedora de la segunda mejor marca de siempre.
Ayana, de 24 años, resultó inalcanzable para sus rivales, que contribuyeron a subir el nivel en una carrera para la historia , un regalo para los espectadores que se dieron cita en el Estadio Olímpico Joao Havelange. La etíope precedió a la keniana y vigente campeona del mundo Vivian Cheruiyot (29:32.53, record nacional) y a su compatriota Tirunesh Dibaba (29:42.56), doble campeona olímpica de la distancia en Pekín 2008 y Londres 2012. Tres atletas por debajo de los 30 minutos, una barbaridad.
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