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Río 2016

La mayoría de los brasileños cree que los Juegos han causado más problemas que beneficios

La situación de crisis económica y política que vive el país ha marcado el desarrollo de unos Juegos que han vaciado las arcas de la ciudad y del estado de Río

El estadio olímpico de Río de Janeiro durante la ceremonia de apertura EFE

Verónica Goyzueta

El retorno a la rutina de su crisis política y económica es la resaca que tienen que afrontar los brasileños tras la fiesta de los Juegos Olímpicos. Para el 62% las Olimpiadas van a perjudican más al país que traerle beneficios , mientras que un 57% cree que los juegos deben mejorar la imagen nacional en el exterior . Esas fueron las principales conclusiones de una encuesta de la consultoría Ibope, encomendada por el diario Estado de São Paulo, un día antes del fin del evento.

Las primeras olimpiadas sudamericanas, tan esperadas en Brasil, han generado una especie de esquizofrenia entre los brasileños que hablan sobre sus juegos con ambigüedad. «Para los brasileños, la Olimpiada es un desperdicio (de recursos)» que sin embargo parece haber funcionado, describe el periodista José Roberto de Toledo , especialista de política y encuestas del diario brasileño.

Para completar los sentimientos contradictorios, los entrevistados han dicho que los juegos les inspiran «desperdicio» y mala gestión frente a «esperanza» , como principales calificativos, llevando a los investigadores a concluir que la «ambigüedad» es la principal respuesta de los brasileños. Todavía necesitan tiempo para ver las consecuencias a largo plazo de celebrar unos Juegos Olímpicos en un momento tan delicado .

«Las opiniones son ambiguas porque no se perciben claramente los beneficios que el país puede tener en el futuro con eventos de esa magnitud», explica la presidenta de Ibope, Marcia Cavallari, para quien la recesión económica explica esas contradicciones . «Hay una mayoría que los apoya, pero hay dudas sobre sobre el uso del dinero público en eventos de esta naturaleza, cuando hay tantas otras prioridades, principalmente considerando la crisis económica», analiza.

Para un 42% de la población, los Juegos Olímpicos han sido buenos o excelentes , otros 30% los han considerado regular, y para el 24% la experiencia fue mala o pésima . Para Toledo, el resultado refleja más la organización que los resultados deportivos. Un 62% declaró que lo más importante es que el evento sea un éxito , mientras un 31% preferiría una mejor posición del país en el ranking de medallas. Brasil está en el 13o. puesto.

Los efectos sobre Río

Los resultados del estudio se invierten cuando las preguntas son sobre los efectos para la ciudad sede de los Juegos, Río de Janeiro. El 54% de los entrevistados ven más beneficios que problemas . Pese a una evidente mejoría en la ciudad, que es la más bonita y famosa de Brasil, las arcas de la alcaldía y del estado de Río están vacías y terminan el evento con dinero prestado por el Gobierno federal.

Los más pesimistas en el promedio son los jóvenes , concentrados en el sur y sudeste del país, las regiones que más han sufrido con la crisis y el aumento del desempleo, y se referían al evento con palabras como «desperdicio», «vergüenza», «preocupación» y «disgusto» . En esa región del país se encuentran Río y São Paulo.

El grupo más favorable a los Juegos está en el nordeste , la región más católica del país , donde las personas han expresado sentimientos como «esperanza», «alegría», «orgullo» y «optimismo» . Para un 70%, la Río 2016 ha sido excelente, mientras para un 83%, la imagen del país va a mejorar internacionalmente, y un 53% ve más beneficios.

Pero incluso entre los más «optimistas», un tercio cree que los problemas superan las ventajas ; mientras entre los «pesimistas», un cuarto ve una mejoría en la imagen externa del país.

Una marca que ha distinguido a las Juegos Olímpicos del Mundial de Fútbol del 2014 , ha sido la menor cantidad de protestas callejeras. La mayoría de los reclamos se realizó dentro de los propios estadios, pero de forma individual y con humor, con muy pocos incidentes violentos . El presidente interino Michel Temer fue abucheado en la inauguración y no participará de la clausura , quebrando una tradición olímpica.

Los Juegos Olímpicos de Brasil terminan este domingo y a partir del lunes los brasileños deben volver a la rutina política y económica de los últimos dos años, con la continuidad del proceso de destitución de la presidenta licenciada, Dilma Rousseff, las investigaciones de corrupción sobre sus mayores empresas, y tratando de sacar a flote su economía .

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