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Río 2016 | Golf

Los animales, como en casa gracias al golf olímpico

El nuevo campo de Barra de Tijuca se ha convertido en un santuario medioambiental para Río de Janeiro

Ejemplar de capibara, el roedor más grande del mundo, habitante del campo de golf de Barra de Tijuca

MIGUEL ÁNGEL BARBERO

El retorno del golf al programa olímpico después de 112 años le va a dejar un regalo inesperado la Río de Janeiro: el campo de golf de Barra de Tijuca . El tener que contar con una instalación de nivel para este acontecimiento le pilló desprevenida a la ciudad carioca. Y aunque ya cuenta con dos recorridos ( Itanhanga y Gavea ), prefieron construir uno nuevo que signficase un legado para el futuro.

En la zona de Barra se sitúa la Reserva de Marapendi , una espectacular zona natural costera que cuenta con manglares, selvas y todo tipo de especies naturales. Sin embargo, lo que hace medio siglo era una paraíso ecológico se había convertido en una zona degradada que decidieron rehabilitar gracias a situar en ella el nuevo campo de golf. El resultado, a tenor de todos los comentarios, ha sido espectacular. Los jugadores han elogiado el diseño y las instituciones medioambientales han certificado el resultado final del diseño de Gil Hanse .

Se han plantado 625.000 plantas de restinga (especie autóctona) que ha multiplicado por siete su superficie natural. Pero, lo que es mejor, es que se han respetado escrupulosamente todos los mandatos medioambientales internacionales: para los "bunkers" se ha utilizado la tierra del entorno y solo se ha sembrado hierba en la zona de juego; el resto son arenales naturales que mantienen su aspecto previo. Aparte, se ha construido un gran lago en el que ahora campan a sus anchas las capibaras , para sorpresa de los golfistas. Se trata de unos roedores del tamaño de un perro, que, aunque inofensivos, no dejan de impresionar. "No voy a decir que me dieran miedo, pero sí respeto -comentaba Rafa Cabrera tras encontrarse con una en el hoyo 5- pues jugamos por todo el mundo y vemos de todo: ¡hasta caimanes en Florida!"

En total, hay 250 especies animales autóctonas que pueden ver el golf desde sus privilegiadas posiciones, de entre las que destacan los búhos, cuervos, águilas, serpientes y colibríes. Los mosquitos zika, afortunadamente, aún no han hecho acto de presencia.

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