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parís 2024

Desconexiones olímpicas: parchís, malabares, chicles y el perro Beacon

Los variados métodos de los deportistas para relajarse y superar la tensión competitiva

Simon Biles, con Beacon, el perro del equipo estadounidense abc
Laura Marta

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Se ven las brazadas de León Marchand y Katie Ledecky en la piscina. Casi como si fueran la ola de un mar que ellos agitan por debajo. Se ven los drive de Rafael Nadal y Carlos Alcaraz, puro músculo convertido en ... un rayo que atraviesa la pista. Se ven los saltos de Noemí Romero y David Vega, casi incorpóreos sobre el trampolín. Se ven las piruetas de Simone Biles, un vuelo hacia las estrellas propulsado como por arte de magia. Todo lo que se ve se ha trabajado al milímetro en un gimnasio, en una camilla del fisio, en un diván. Pero para conjuntar todo, sin olvidar la presión, en el momento adecuado, en el día preciso, hay un ingrediente básico que muchas veces se queda oculto, y es lo contrario a todo lo que los ha llevado hasta este punto de sus vidas y de París: la desconexión.

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