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París 2024

¿Por qué cada competición empieza con los tres golpes de un palo?

Los Juegos de París recuperan un ritual del teatro clásico francés con el que se anunciaba el inicio de las obras en tiempos de Molière

Opinión: 'Bañarse en el Sena'

Dan O'Brien fue la encargada de dar el pistoletazo de salida a las pruebas de atletismo abc

Marta San Miguel

Enviada especial a París (Francia)

No hay nada comparable al silencio que se escucha en un estadio olímpico con capacidad para 75.000 personas. Podría decirse que Saint Denis es el corazón de los Juegos, pero en realidad es la médula espinal de un gigante cuando el público se ... calla. La tarde que arrancan oficialmente las pruebas de atletismo de los JJ.OO. de París, en apenas media hora las gradas se han llenado para ver el decatlón y aún es posible admirar y despistarse con la fastuosidad de los iconos mientras los deportistas calientan y se suceden animaciones por megafonía, es posible demorarse en admirar el coloso olímpico con su caucho malva en vez del clásico rojizo, con la pista de lanzamiento de disco y jabalina, las colchonetas y el salto de altura y de longitud. Es así hasta que el decatleta más importante de la historia, Dan O'Brien, atraviesa la puerta del estadio. Lleva en la mano un palo de madera del tamaño de un bate. Las cámaras lo enfocan, también lo enfocan los ojos de las 75.000 almas del descomunal templo galo, y es así, al centrar su atención en él, cuando callan y se genera ese silencio bruto e intimidante, ese paréntesis que precede a la tormenta: O'Brien levanta el palo y golpea el suelo tres veces. Pum. Pum. Pum. Y como el trueno, inaugura el chaparrón de gritos, la competición, el movimiento de gigante de Saint Denis.

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