Un cabreo muy español: «Estoy hasta los cojones... ¿por qué me hacéis llorar?»

Toimil, que posee el récord de España (18,80), hizo un intento válido de 16,83, muy por debajo de lo que necesitaba y de lo que ella sabía que podía haber hecho. Por eso, cuando el periodista de Teledeporte le recordó que se había quedado fuera de la final en la mejor y más regular temporada de su vida, la gallega, tras contener a duras penas las lágrimas, se sinceró:

«¡Me cago en la puta!, ¿por qué me hacéis llorar?, ¡vaya preguntas! Joder, es que da rabia. Estaba bien y no estaba llorando, pero me cago en la puta...»

Tras el desahogo inicial, dio su versión sobre lo sucedido minutos antes en el estadio parisino: «Te explico: en el primer lanzamiento he hecho sobre 18, tampoco sobrada, pero me encontraba bien. Fue nulo y dije: 'bueno, hay dos más'. El siguiente no me salió bien, pero no lo voy a anular, obviamente. Y en el último me encontraba bien, hasta los cojones de que no me salgan las cosas. He hecho un nulo y he pensado, bueno, quedan dos más. Y el último me encontraba bien, venga, lo tengo, tiene que salir... y no salió».

«Y es que estoy hasta los cojones de que no salga y ver que se pasó con tan poco. Es para pegarme un tiro -prosiguió-. ¿Qué voy hacer? No voy a hacer nada, ya está, ya pasó, siempre dije que las calificaciones son una mierda. Hay gente muy buena que se queda fuera y hay gente que hace marca y se mete y esto es 'Los Juegos del hambre'. Me da rabia que haya sido así, pero qué voy a hacer. No me tengáis como llorona, pero es emocionante estar aquí, ves los resultados y te da rabia. ¿Qué le voy a hacer?»

Un poco más calmada, Toimil reconoció que el último mes «fue largo, duro y no me estaban saliendo las cosas, pero creí que con la actitud de competición podría ser más regular y enchufar marcas que sé que puedo hacer, que llevo haciendo toda la temporada y que no es nada utópico, pero es lo que tiene estar aquí, que hay que estar aquí. Pues nada, a Los Ángeles (próximo Juegos Olímpicos), que iré con tacatá...» Y Belén, por fin, sonrió.

La coruñesa no quiso finalizar sin dar las gracias «a todo el mundo que estos días me han mandado ánimos, a mi pueblo, Mugardos (La Coruña), a todos... He sentido el apoyo y siento no contestar, pero estaba a lo mío. Ese apoyo me motiva para seguir».