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París 2024

Ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos | Acaba la función, empieza la película

Juegos Olímpicos

París cierra sus Juegos Olímpicos con una ceremonia de luz, que casi estropean los atletas al invadir el escenario, y con Tom Cruise descendiendo del techo

La dulce despedida de la fiesta olímpica: «Hemos visto París como no la veíamos nunca»

Tom Cruise, ante la alcaldesa de Los Ángeles y la gimnasta Simone Biles
Tom Cruise, ante la alcaldesa de Los Ángeles y la gimnasta Simone Biles AFP

Marta San Miguel

París

¿Qué más hay sobrecogedor que estar en un estadio con 80.000 personas a oscuras, mientras suena una música electrónica, entre tribal y espectral, de fondo? Que las únicas luces que se enciendan de repente enchufen hacia una figura dorada que cuelga del cielo ... oscuro de París. Y que la figura empiece a caer como un meteorito lento hasta tocar el suelo del escenario, que representa los continentes del mundo. Sobrecoge lo inexplicable, lo que no conocemos y nos pone en la frontera entre la imaginación y lo posible; como un deportista cuando bate su propio récord, y de paso el nuestro, al verlos nadar, saltar, romperse, perder, trepar, lanzarse al vacío, bailar. Y de eso iba la ceremonia de clausura de los Juegos de París, de límites sobrecogedores y del sentido esperanzador que imprime superarlos bajo los aros olímpicos como símbolo máximo de la unión de civilizaciones.

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