El español que quiso robarle la ceremonia de apertura al director de «Trainspotting»
Los organizadores de los Juegos reconocen fuertes tensiones entre Danny Boyle, creador de la inauguración, y Manolo Romero, responsable del servicio de televisión del COI
El español que quiso robarle la ceremonia de apertura al director de «Trainspotting»
Solo falta una semana para la ceremonia inaugural de las Olimpiadas de Londres, y los motivos para la inquietud no hacen más que crecer. El fiasco del contrato con la empresa de seguridad privada G4S hace temer largas colas en los controles de acceso ... . La policía de Fronteras, responsable del control de pasaportes en los aeropuertos, ha anunciado una huelga la víspera de la ceremonia de inauguración, que tendrá lugar el próximo viernes 27 de julio. La organización ha decidido arañar media hora al espectáculo «La isla de las maravillas» -concebida por Danny Boyle , director de «Trainspotting» y «Slumdog Millionnaire»- para asegurarse de que la ceremonia termina entre las doce y las doce y media, «a tiempo para que todo el mundo pueda volver a casa en transporte público», según nos explicaba el ministro de Deportes, Hugh Robertson. Por si fuera poco, ha estallado además un pulso entre dos de las figuras clave para un buen desarrollo de la esperada apertura de los Juegos, que costará 35 millones de euros.
El Servicio de Transmisiones Olímpicas (OBS por sus siglas inglesas), brazo televisivo del Comité Olímpico Internacional, tenía ya preparadas todas las posiciones de cámara dentro del Estadio Olímpico para garantizar la mejor señal «neutra» para la retransmisión de las competiciones deportivas. Pero las necesidades «cinematográficas» del espectáculo artístico preparado por Boyle planteaban otro tipo de cobertura y una utilización diferente de las cámaras, lo que ha llevado al director británico a plantarse. Y Boyle parece haber ganado el pulso .
Por primera vez desde los Juegos de México 68, el OBS ha accedido a compartir con el director artístico el control de la producción del espectáculo. Será Boyle quien se siente detrás de la cámara durante la hora aproximada que dura el segmento artístico de un evento que durará unas tres horas, desde las 9 de la noche. Durante la parte más protocolaria del desfile de atletas, será un español, Manolo Romero , quien ocupe la silla de «director».
Romero es el veterano responsable del OBS y, según recoge «The Times», esperaba tener el control de toda la retransmisión, como en anteriores ediciones olímpicas. Ahora tendrá que compartir el megáfono. Para este espectáculo inaugural contará con la ayuda del productor Hamish Hamilton , conocido por sus producciones de mega-eventos como los Oscar o la Superbowl en EE.UU. Tradicionalmente, el COI recurre a la radiotelevisión pública finlandesa (YLE) para la realización técnica.
«Aquí hay tensiones creativas», explicaba el jueves una portavoz del comité organizador de los Juegos, Jackie Brock-Doyle. «La discusión es sobre la posición de las cámaras... en cualquier tipo de evento tienes varias personas creativas a cargo de distintos elementos, y los nervios crecen a medida que se acerca la ceremonia», aclaraba con realismo.
El ministro de Cultura y Deportes, Jeremy Hunt, ha intentado reducir el enfrentamiento entre Boyle y Romero a «negociaciones sutiles» en la recta final de los ensayos. Pero una fuente citada por «The Times» describe largas negociaciones nocturnas. «Danny tiene un buen argumento creativo, tienes que entender el sentido de la acción, no puedes aparecer unas semanas antes y ponerte a filmarlo», asegura esta fuente anónima. Otra fuente recogida por «The Guardian» habla de fuertes retrasos en los ensayos y de un ambiente «miserable». La decisión final a este duelo por las cámaras parece haber sido la de añadir nuevos puntos, siguiendo las indicaciones de Boyle, lo que implica retirar algunas localidades.
Este viernes, los responsables insistían en minimizar estas tensiones creativas mientras el Estadio Olímpico era escenario de un ensayo de la ceremonia. «Va a ser una tarde fantástica», ha asegurado el titular de Cultura, mientras sus homólogos de Interior, Theresa May, y Defensa, Phillip Hammond, inspeccionaban las medidas de seguridad. Se espera que mil millones de espectadores vean la ceremonia en directo, mientras que 80.000 afortunados serán testigos presenciales en el estadio. Boyle, inspirado en «La tempestad» de Shakespeare para dar título al espectáculo, ha prometido recrear las verdes praderas británicas con animales de verdad en el inicio de la ceremonia, y mostrar después las distintas «maravillas» que ofrecen el paisaje y el paisanaje de las islas británicas. Pero las repentinas prisas por comprimir el espectáculo a tres horas le han obligado a cortar ciertas escenas, como un espectáculo con bicis que había previsto hacia el final.
Ver comentarios