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Tokio 2020

Cambio de reina en los 400 libres

La australiana Ariarne Titmus se impone con autoridad a Katie Ledecky, cuya plata supone su séptima medalla olímpica

La australiana Ariarne Titmus, durante la prueba de los 400 librs donde se coronó con el oro Reuters

Pío García

A Katie Ledecky le salió ayer una australiana respondona. La reina de la natación americana podrá alardear de haber sumado una medalla olímpica más, pero su segundo puesto en la final de los 400 libres dejó en el centro acuático de Tokio la sensación de ... haber asistido a una solemne abdicación. La nueva reina, Ariarne Titmus , le arrebató el cetro en una final vibrante en la que por algunos momentos se vislumbró la posibilidad de que cayera el récord del mundo. Hubiera sido otro mazazo para Ledecky, que al menos puede presumir de seguir manteniendo la plusmarca de la distancia en su poder. Titmus paró el cronómetro en 3:56.69, un tiempo apenas veinte centésimas superior al que su rival consiguió hace cinco años. Ariarne Titmus ya venía anunciando que podía asaltar el trono de Ledecky. La australiana, nacida hace veinte años en la isla de Tasmania pero residente en Queensland, la había derrotado en los mundiales de Gwangju, en Corea del Sur, en 2019. En aquella competición, Titmus demostró una solvencia extraordinaria, superando por un segundo a la nadadora americana. Aunque en Tokio la diferencia no ha sido tan abultada, la australiana ha vuelto a ganar con autoridad, al superar a Ledecky por 67 centésimas. Entre ellas dos y el resto de las competidoras se ha abierto un mundo: la medalla de bronce reposa ahora sobre el cuello de la china Li, que ha entrado más de 4 segundos por detrás de Ariarne Titmus.

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