Caso Valieva: ¿Es creíble la coartada del vaso del abuelo?

La teoría del producto contaminado es un razonamiento que ha dado frutos en las alegaciones de dopaje: se trata de defender una ingestión accidental de una sustancia prohibida por causas ajenas al deportista. La trimetazidina no es una proteína que genere el organismo, sino un fármaco ideado en laboratorios . «Su argumento fue que esta contaminación ocurrió con un producto que estaba tomando su abuelo», indicó Denis Oswald, presidente de la comisión disciplinaria del COI.

Mejora de rendimiento

La trimetazidina es una molécula utilizada para tratar la angina de pecho que fue incluida desde 2014 en la lista de prohibiciones de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) porque mejora la eficacia circulatoria del corazón. Según José Luis Terreros, director de la Agencia Española Antidopaje, «la sustancia produce beneficios en el rendimiento y en la resistencia al dilatar las arterias».

La trimetazidina está totalmente contraindicada para los menores de edad, según explica el doctor Terreros, quien calificó para ABC el medicamento como «muy contundente, peligroso y de segundo uso para los pacientes de angina de pecho».

Sobre la trimetazidina habló Denis Oswald: «El producto identificado es un poco extraño, especialmente para una niña de esta edad, pero hasta que no sepamos lo que pasó , es difícil dar una opinión».

Según un informe de la Clínica Mayo, en Estados Unidos, la angina de pecho estable se puede controlar si los síntomas no son agudos con betabloqueantes, moduladores del metabolismo (familia a la que pertenece la trimetazidina), estatinas y bloqueadores del calcio. Pero si la angina de pecho es inestable, requiere tratamiento inmediato en un hospital , el cual puede incluir medicamentos y procedimientos quirúrgicos. La enfermedad del abuelo entra en el proceso.

La protagonista del episodio se declaró ayer agobiada por la carga de la sospecha. En manifestaciones a la televisión rusa, dijo: «Estos últimos días han sido muy difíciles para mí. Estoy feliz, pero al mismo tiempo cansada emocionalmente». Al proseguir con su relato, la joven deportista se derrumbó entre lágrimas. «Son lágrimas de felicidad y también un poco de tristeza». Tras escuchar a todas las partes durante seis horas y sin pronunciarse sobre el fondo del caso y en la naturaleza del positivo, el TAS resolvió permitir a Valieva seguir en los Juegos Olímpicos de Invierno.

El vaso del abuelo es ahora otra coartada en el archivo de las justificaciones de los deportistas. La atleta Fátima Yvelain dio positivo por EPO y alegó que aquel día llovió mucho y que el agua habría arrastrado alguna sustancia que llegó a sus zapatillas, subió a sus calcetines y alcanzó a su organismo. Javier Sotomayor, propietario del récord mundial de salto de altura (aquellos 2,45 m. de Salamanca) acusó a la CIA de haber orquestado su positivo por cocaína en 1999. Daniel Plaza, oro olímpico en Barcelona 92, explicó que su análisis con nandrolona se debió a que le había practicado sexo oral a su mujer el día anterior. Mariano Puerta, rival de Nadal en su primera final en Roland Garros (2005), contó que el clembuterol hallado en su cuerpo fue por un ataque de asma, una entrada en urgencias y un error en la medicación del hospital. El cargamento del ciclista Raimondas Rumsas era «para la suegra». El embarazo de la tenista Karatancheva (nandrolona) era mentira. Y la contaminación por ingesta de alimentos ha sido frecuente en el ciclismo (Grewal, Contador, Simoni, Adrie van der Poel, O’Grady).