Jon Rahm, eliminado ante un intratable Horschel

El de Florida (36 años) ya ganó esta cita de Austin hace dos años y no iba a dejar escapar la ocasión de sacar partido de un mal momento del español. Sobre todo cuando un doble 'bogey' en el hoyo 2 ya empezaba a dejar en evidencia los problemas del vizcaíno: si no funciona en los 'greens' todo su juego se resiente. Y, aunque continuó batallando en un ejercicio de amor propio, en cuanto llegaron las banderas de vuelta los problemas se acrecentaron.

Rahm pinchó su bola en el 'tee' del 9 con dos de desventaja, lo que ante un oponente menos experimentado que Billy podría haber sido solucionable. Pero no fue el caso. En los dos siguientes, el veterano sacó el cuchillo y se colocó con cuatro arriba y siete hoyos por jugar. En otro momento se podría haber esperado una reacción del vasco, una remontada increíble de esas que luego quedan escritas en la historia del deporte. Pero no era su día. Ni sus más recalcitrantes seguidores (ni él mismo) confiaban en ella con la dinámica que llevaba la jornada.

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No obstante, en el hoyo 14 Jon todavía apuró sus opciones. Pegó un misil a la calle de salida, mientras que su rival se fue al 'rough' de la derecha. Sin embargo, éste salió bien del trance y pegó un buen tiro que acabó a siete metros de la bandera. Aun así, Rahm la dejó un metro más cerca, pero un 'birdie' inesperado de Billy dejó el partido visto para sentencia mucho antes de lo imaginado. Cinco abajo a falta de cuatro hoyos por jugar es un resultado por el que nadie se habría atrevido a apostar con anterioridad.

Lo peor de todo es que con su adiós se acaban las opciones de incluir a un español en el palmarés de la Copa del Mundo, algo que nunca ha sucedido y ya nunca ocurrirá, pues éste es el último torneo con esa denominación. La desidia de los jugadores, los problemas económicos, la pandemia y la llegada de LIV Golf han acabado con una idea genial que se inició en 1999 y que deja a Tiger Woods como su gran dominador histórico, con 18 triunfos.