Jon Rahm, a dos golpes de Koepka en lucha por la chaqueta verde

El golf se disputa al aire libre por lo que está completamente influido por lo de que dicta la naturaleza. Algunas veces las condiciones son benignas (sol y ligera brisa, para no sudar demasiado) y otras son los elementos quienes se ceban en los golfistas: la lluvia, el viento o las tormentas que todo lo suman son de lo más común. Tanto que hay un dicho en Escocia que reza que 'al golf se puede jugar incluso con sol'. Por eso la mayoría de los británicos viajan a España para disfrutar de este deporte. Pero esa es otra historia…

En este Masters idílico se han visto toda clase de vestimentas en los jugadores, en función de lo que el termómetro les demandara: desde polos de manga corta a gorros de lana o trajes de agua empapados. Y el resumen de todo ello se vivió en la mañana del domingo, dedicada a rematar lo que quedaba de tercera ronda. Al principio mucho frío sin una gota de agua, lo que resentía los músculos y hacía que los más afectados por la edad o las lesiones (véase Tiger Woods) tuvieran que anunciar un adiós anticipado al torneo. Después de realizar la machada de pasar el corte de manera consecutiva en 23 ediciones, el exnúmero uno mundial tuvo que retirarse porque no fue capaz de activarse de cara a la sesión matutina. «Siento mucho anunciar que mi fascitis plantar me impide seguir en el torneo» anunció en un comunicado justo antes de reanudarse la sesión. Fue una pésima noticia para los aficionados, ya que el quíntuple ganador de la chaqueta verde era su unánime favorito, pero verle cojear el viernes por la tarde ya anticipaba lo peor.

Así las cosas, el interés se centraba en el duelo entre Brooks Koepka y Jon Rahm, que quedó interrumpido el sábado por la lluvia con cuatro golpes de ventaja para el estadounidense. Algo que, con las primeras luces de la mañana, el español se encargó de remozar. Con un 'birdie' tempranero en el 7 (más un 'bogey' de su rival) dejó la diferencia en dos y un partido nuevo por delante. Había muchos hoyos que jugar y Jon se mostraba dispuesto a dar la mayor guerra posible. Siguió presionando con sus armas de esta semana (grandes salidas, buen juego corto y sensacionales 'putts') hasta el punto de que, cinco hoyos después, se arrimó a sólo un punto. Estaba en el icónico hoyo 12, en el corazón del 'Amen Corner', y apenas necesitó salvar el par para aprovecharse del error de Brooks en el hoyo más silencioso del campo. Allí no se puede acercar el público y lo que pasa en ese 'green' allí se queda. Lo que se dirían las miradas de los dos pistoleros quedaría entre ellos. Como en las noches de Las Vergas.

Sin embargo, la esperada reacción del vasco no fue tal. Al contrario de lo que se podría esperar, desaprovechó los dos pares 5 que aún tenía por delante (tripateó en ambos) y, lo que es peor, con un 'bogey' en el 13 y luego otro en el corto 16 bajó su resultado a (-9), lejos del -12 que aún atesoraba el de Florida en su casillero desde hacía una eternidad.

Entonces se encendieron las alarmas en toda la expedición española menos en una persona, el propio Rahm. Siguió con su estrategia de tranquilidad, la misma que le había recomendado el excampeón Chema Olazábal, y dejó que las cosas fluyeran. Acabó los dos agujeros que le restaban con solvencia y esperó que Brooks pinchara en algún momento, lo que sucedió en la penúltima bandera. De manera que Jon acabó con (-9) y Brooks con (-11).

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La conclusión de la mañana no fue todo lo brillante que podría haber sido, pero al menos la renta negativa inicial de rebajó a la mitad. Con dos golpes de desventaja y 18 hoyos por jugar, las opciones del golf español de ganar una nueva chaqueta verde siguen intactas.

CLASIFICACIÓN TERCERA JORNADA:

1. Brooks Koepka (EE.UU.), -11

2. Jon Rahm (ESP.), -9

3. Viktor Hovland (NOR.), -8

4. Patrick Cantlay (EE.UU.), 6

5. Hideki Matsuyama (JAP.)

-. Russell Henley (EE.UU.), -5