Jon Rahm arranca muy lejos de la cabeza, a siete golpes

El vasco se vio mermado por lo errático de su juego desde el tee de salida, que le impidió alcanzar una calle hasta su hoyo 8. Gracias a su pericia y buen hacer en un campo exigente, fue capaz de ir salvando los muebles y no acumular bogeys en su marcador. El juego corto le funcionaba y tuvo en el putter a su principal aliado. Al final, los 69 golpes que firmó con un postrero birdie en su 17 (empezó por el hoyo 10) le sirvieron irse a casa con un buen sabor de boca, aunque sabedor de que aún le queda mucho terreno por delante si quiere mantener sus aspiraciones en este torneo. Con la mitad del plantel aún por terminar su vuelta, está a siete golpes de la cabeza y ya no depende solo de sí mismo, sino de que caigan también los de arriba.

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Los otros dos españoles que jugaban en el turno de mañana junto a Rahm terminaron en la misma línea. Sergio García (70 golpes) acabó con dos birdies en sus últimos tres hoyos para maquillar una jornada que se le había complicado y que estuvo a punto de dar al traste con su participación en esta prueba. El castellonense mostró su nueva mentalidad ante los grandes retos y remontó en el momento oportuno. Pablo Larrazábal (71) volvió a mostrarse consistente en un grande, como ya hiciera en el reciente PGA Championship, y vuelve a mostrar sus credenciales para que Luke Donald le tenga en cuenta para el equipo europeo de la Ryder Cup, el próximo mes de septiembre.